Debido a la transparencia de los recursos con los que se sostiene la Casa del Migrante de Saltillo, el director descartó la existencia de donaciones que puedan ser consideradas dentro de los delitos de lavado de dinero.

Alberto Xicoténcatl argumentó lo anterior ante la intención de la cancillería mexicana de intervenir los refugios de migrantes en el país.

El financiamiento de la casa saltillense proviene de la iglesia católica de Francia, Alemania y México, así como de donaciones privadas en pequeñas cantidades, detalló.

Xicoténcatl hizo un llamado al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para que explique en qué consiste la intervención que hará a los refugios de migrantes, en el marco de la contención del flujo migratorio, como se lo pidió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Las casas están reguladas por la Ley y el Gobierno Federal, por lo que debería mantener un diálogo y un discurso de respeto al trabajo que hacen, porque se ha acusado a algunos albergues de malversación económica, pero no hay claridad en los señalamientos, apuntó.

“Son auditadas, pagamos impuestos, y de ninguna forma podemos aceptar que se difame el trabajo y el nombre de las organizaciones que trabajamos por la defensa de los derechos humanos de las personas migrantes”, manifestó Xicoténcatl.

Advirtió que si, como lo ha anunciado el canciller, se hace una intervención a las casas de migrantes en México, se hará fuera del marco de la Ley, porque el Gobierno Federal no puede hacer ninguna acción.