Culiacán, Sin. La diputada local Lucero Sánchez López presentó este martes una nueva queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra de la Procuraduría General de la República (PGR) y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), así como agentes de las policías Federal Ministerial y Federal Preventiva.

La legisladora, hasta hace unos días integrante de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), dijo que ella y sus hijos, quienes todavía padecen el trauma del operativo montado en su contra, sufrieron tortura sicológica.

Dijo que cuando la detuvieron, el 20 de enero, les suplicó a los uniformados que le permitieran llevar a uno de sus hijos al doctor, pues había sufrido quemaduras, e ir por otro a la escuela, donde ya la esperaba. Uno de los policías le respondió que eso no les importaba.

“Un policía federal me gritaba que a ellos eso no les importaba, ocasionando un estado emocional, en mí, mi hermana y mi hijo, debido al impacto de los hechos que se estaban suscitando en ese momento y los gritos que uno de los agentes profería en contra de la suscrita”, sostuvo, en la queja.

Su hermana, una joven de 13 años, y su hijo, fueron víctimas de abusos de parte de los agentes, quienes apuntaron sus armas y las rodearon, amenazantes, sostuvo. La hermana fue obligada a llevar al hijo de Sánchez a su casa, a pie, por los policías.

Esta es la segunda queja que presenta la diputada, quien ha sido vinculada por las autoridades federales con Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, líder del cártel de Sinaloa, actualmente preso en el penal del Altiplano. También la acusan de usar documentos apócrifos para visitar al capo en este penal, antes de su recaptura.