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Diplomáticos critican postura de México por crisis en Bolivia
CDMX.- La decisión de México de reconocer el 28 de octubre pasado la legitimidad de la victoria de Evo Morales para reelegirse en los comicios presidenciales del 20 de ese mes en Bolivia, y de apoyar luego al mandatario para denunciar su dimisión como obligada por un golpe de Estado que interrumpió su mandato, que debía concluir el 22 de enero de 2020, puso en duda la política exterior mexicana de no intervenir en asuntos internos de otras naciones.
Aunque el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, alegó el 12 noviembre al recibir a Morales como asilado político en México, que su gobierno nunca entró a calificar las elecciones bolivianas, el presidente Andrés Manuel López Obrador sí lo hizo en un mensaje en Twitter en el que anunció que “felicité por teléfono” al mandatario electo de Argentina, Alberto Fernández, y a Morales.
“Esto demuestra que (en México) hay una gran hipocresía”, aseguró el diplomático boliviano Jaime Aparicio, exembajador de Bolivia en Estados Unidos, y expresidente del Comité Jurídico Interamericano de la OEA.
“La política exterior (mexicana) lamentablemente está guiada por la prioridad de las ideologías sobre la democracia”, indicó Aparicio.
Por su parte, el diplomático costarricense Enrique Castillo, exministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica y exembajador de este país en la Organización de Estados Americanos, Reino Unido y Francia, dijo que “el gobierno mexicano no esperó” a que las autoridades electorales de Bolivia emitieran su veredicto final e hicieran la proclamación oficial de Morales como vencedor y como presidente reelecto.