Dime con quién andas, Bronco, y te diré quién eres.

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Dime con quién andas, Bronco, y te diré quién eres.

Jaime Calderón prometió muchas cosas a la gente durante su campaña, pero las principales  promesas que hizo, por lo que la gente votó por él, no las cumplió.

La primera promesa que Jaime Rodríguez Calderón rompió al llegar a la gubernatura, fue el llevar a Rodrigo Medina, su antecesor en la gubernatura, a la cárcel.

No sólo no lo ha cumplido, a medio año de su gestión, el ex priista ni siquiera ha presentado alguna denuncia en contra de su ex compañero de partido.

La otra promesa fue darle apoyo al campo, principalmente porque él viene de la zona rural de Nuevo León y conoce perfectamente las carencias de la gente. Pero el hombre que nació en Galeana, un municipio pobre al sur del estado, no sólo no cumplió la promesa de llevarle recursos a sus paisanos, sino que les retiró el 55% de la partida destinada al campo, lo que equivale a unos 355 millones anuales en este rubro.

Tampoco hay transporte gratuito y la gente de Nuevo León, principalmente los estudiantes a quienes les hizo esta promesa, continúan pagando la tarifa de 11 pesos por viaje, lo que afecta severamente, por  ejemplo, a una familia de la clase media y baja, con 2 ó 3 hijos estudiando.

Y no sólo no hay transporte gratuito, sino que le quitó a los ciudadanos el Metro gratis que se aplicaba los domingos en la entidad.

En otro renglón, lo peor que le puede pasar a un pueblo, como lo dijo en su momento el Primer Ministro británico, Winston Churchill, es quitarle la cultura. Y la Cultura, para la que escribe, forma parte de la Educación que es la base del desarrollo de un país. El Bronco, el personaje que gusta de leer el libro vaquero, decidió quitarle a la Cultura el 38% de su presupuesto, algo así como 100 millones de pesos anuales.

Ya confirmó que no pagará la deuda del estado, tal como se lo prometió a sus seguidores y votantes, y que además, debido al “desmadre financiero que hay en el estado” deberá incrementarla.

Como se acostumbra en la política, las promesas fueron unas y los hechos otros.

Es entendible que la deuda de 66 mil millones de pesos que dejaron sus antecesores Rodrigo Medina y Natividad González Parás, los priistas quienes la incrementaron en esta proporción, requiere de una reestructuración para poder sacar adelante a la entidad.

Pero hasta hoy, Jaime ha roto más promesas de las que hizo en campaña.
Jaime aseguró que no habría políticos en su gabinete, pero dentro de éste tiene a panistas, priistas y hasta morenistas. Inclusive ha puesto como 
Procurador del estado, con el aval del Congreso local, a Roberto Flores, un abogado que tiene la peor fama en Nuevo León, que anda armado, amenaza a reporteros desde hace más de una década y, además, está fichado en Estados Unidos por firmar cheques sin fondo en tres ocasiones en casinos de Las Vegas y por portar armas de fuego de uso restringido.

El otro ‘respetable’ miembro de su gabinete envuelto en otro escándalo, es el subprocurador anticorrupción, Ernesto Canales Santos, quien reconoció haber recibido millones de dólares por un supuesto litigio y reconoció en una comparecencia ante los diputados haber cometido actos de corrupción.

Aún le quedan 5 años de gobierno a este personaje quien no niega sus aspiraciones por la Presidencia de México.

La carrera para el 2018 ya está en curso y cada vez que El Bronco se ausenta del estado para encontrar cualquier motivo so pretexto de hacer pre campaña política en alguna entidad del país, no tiene empacho en declarar que puede gobernar desde su celular o desde el Facebook, hoy su principal “arma” para llegar a la gente.

¿Repetirá El Bronco la ‘hazaña’ de ganar unas elecciones para el 2018?

No imagino a este personaje martinezdominguista, un gobernador autoritario, represor y agresivo con los medios de comunicación y que coarta la libertad de expresión cada vez que quiere, dirigiendo ningún país. Y menos con un Procurador y su zar ‘anticorrupción’ que tienen más relaciones con todo aquello que suene a indebido que a lo que debiera ser legal.

Como siempre, la decisión estará en los votantes.

Pero observando a El Bronco y al resto de los suspirantes, me es difícil no pensar en un México que sigue en retroceso, hoy además con el crimen organizado por todo el país.

Difícil la tenemos los periodistas hoy, con políticos y narcotraficantes que persiguen y/o asesinan a periodistas.

Como ciudadana, sigo pensando que somos más los que parecemos menos, y ojalá la gente deje de entretenerse con el Facebook y las vanalidades de las redes sociales para que reaccionen, se solidaricen, se reúnan en la Macroplaza de Monterrey o en el Ángel de la Independencia en la ciudad de México –como lo hacen cuando ganan los equipos de futbol- para cambiar el rumbo del país y entiendan que son menos los que parecen ser más.

Temo por México, y el panorama a futuro que percibo es negro y más que oscuro; con el narcotráfico controlando entidades enteras, con personajes como Javier Duarte, Humberto Moreira, El Bronco y los de izquierda compinches de la partidocracia, son quienes tienen secuestrado a este país, sus leyes, la impartición de justicia y además tienen, en sus sucias manos, el futuro de mis hijos, de los suyos y de los hijos de nuestros hijos.

Son hombres de carne y hueso, pero peligrosamente les hemos entregado todo el poder. Devolvámosle a la gente el futuro en sus manos, porque hoy los políticos rigen nuestras vidas, nuestro futuro y no tienen llenadera ni fin.

La moral, para todos éstos, seguirá siendo un árbol de moras…