Cuando Diego Schwartzman empezó a jugar tenis, nadie le daba esperanzas de llegar a la élite por su baja estatura, sin embargo el "Peque" es 9 del mundo y tiene un futuro brillante.

Schwartzman no era considerado un buen prospecto en su natal Argentina, adelante de él estaban otros jugadores más altos a los que se les dio el apoyo sin saber que él llegaría más lejos.

“Tengo muchas razones por las cuales no hubiera llegado a ser tenista profesional, y ninguna de ellas tiene que ver con mi estatura”, confesó Diego en una entrevista para la página web de la ATP.

Schwartzman mide 1.70 metros y viene de una familia acomodada proveniente de antepasados judíos polacos que llegaron a Argentina huyendo de los campos de concentración nazis, todo cambió en la época de los 90.

De tener un negocio de confección de ropa y joyería, lo perdieron todo por la crisis y para poder viajar a los torneos, tenían que vender productos que le quedaron de la compañía, además lo hacía completamente solo porque no tenía dinero para acompañantes. 

“A los 13 años empecé a viajar solo por los torneos en Ecuador o Venezuela y lloraba en los aviones echando de menos a mi familia, a esa edad también se me dijo que no crecería más del 1.70 y yo quedé devastado”, expresó.

En muchas ocasiones no pudo viajar por la escasez de recursos familiares y tampoco estaba entre los apoyados por la Federación Argentina de Tenis. “Ayudaban a los primeros tres o cuatro; yo estaba más atrás”, indica.

Pero todo cambió a los 16 años. Cuando comenzó a ganar torneos, los apoyos llegaron y se rodeó de un equipo que lo ayudóa  salir adelante.

Pasaron los años y actualmente está entre los mejores diez del mundo, con cuatro torneos ATP en sus vitrinas y a la espera de ganar un Grand Slam. Con información de Agencias