Un juez de control dictó sentencia de 12 años de prisión para Pablo Pérez Loera, al declararse culpable del delito de homicidio calificado en agravio de un presunto vendedor de droga, que operaba al poniente de Ramos Arizpe.

Pérez Loera tendrá que purgar la condena por el delito de homicidio calificado con ventaja y brutal ferocidad, que podría concluir hasta el año del 2029, mientras que su presunto cómplice, Carlos Manuel Arévalo Castillo, continúa bajo arresto buscando algún tipo de beneficio a su favor, porque asegura no haber participado.

Como se informó, el jueves 31 de marzo del 2016, Martín Guadalupe Orozco Trejo fue detenido por la Policía Municipal al estar relacionado en la venta de drogas, y se le puso a disposición de la Coordinaciones de Operaciones Estratégicas, (COE).

Durante la audiencia fue visto por última vez por sus familiares, quienes supieron nuevamente de él hasta el 3 de abril, cuando personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado les informó sobre su fallecimiento, ocurrido el 1 de abril a las 16:00 horas.

Fue hallado con huellas de estrangulamiento en un predio baldío, localizado por el rumbo del panteón San Ignacio, al poniente de Ramos Arizpe.

La detención de los sospechosos se dio hasta el 4 de abril, cuando los agentes de la Policía Municipal detuvieron a Pérez Loera y a Arévalo, cuando se drogaban en vía pública, por lo que al ser revisados por agentes de la Policía Investigadora, descubrieron que aparentemente se trataba de los asesinos del operario.

El agente del Ministerio Público tenía indicios consistentes en su carpeta de investigación en contra de los dos hombres, por lo que se pidió a un juez penal la orden de aprehensión correspondiente, misma que fue concedida y cumplimentada.

A ocho meses de ocurrir el crimen, en las audiencias uno de los detenidos aseguró que el móvil del crimen fue por venta de drogas.