Dictadura a la americana…
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Dictadura a la americana…
Trump se ha tornado caprichoso, populista y autoritario, “atributos” que hasta hace poco se asociaban a dictadores latinoamericanos. El Universal publicó en enero pasado, con pluma de Maricela Flores, el Top 10 de los dictadores que atemorizaron a Latinoamérica. Para la autora, todos se caracterizaron por “destruir el orden constitucional, atropellar la libertad y los derechos fundamentales, y por el control y manipulación de todos los poderes del Estado”. Eso, precisamente, es lo que ha comenzado a hacer Trump.
Cada día crece más su rechazo en el mundo, pero sin un sistema electoral claro, como el establecido por el Derecho mexicano, ni una autoridad como el INE, la “victoria” de Trump, basada en un puñado de votos electorales, está sujeta a la incertidumbre del kafkiano sistema jurídico de EU. Los Clinton continúan buscando argumentos para impugnar la elección. Les urge iniciar el “desafuero” (impeachment), aunque sea para justificarse frente a los 66 millones que votaron por Hillary.
Los “argumentos” que buscan los demócratas son jurídicos y están a la vista de todos, como el contundente triunfo de Hillary en el voto popular, y el muro que amenaza cambiar la geografía de Norteamérica por orden del “comandante” Trump.
Frente al Primer Ministro canadiense, Trump dejó claro que para él “Norteamérica” significa EU y Canadá. Porque al preguntarle sobre la frontera sur nos descartó con ademán y tono despectivos (“pandillas, drogas, ilegales…”). El sábado pasado Trump se comprometió ante 9 mil seguidores a dar por terminado el TLCAN. (Para México el TLCAN es un “tratado” con fuerza de ley, mientras que para EU es un simple “convenio” que podría terminar EU. No entiendo qué estamos “negociando”).
En el tema de los 2.9 millones de votos populares con los que Hillary superó a Trump, es importante decir que ningún candidato “perdedor” había obtenido esa cantidad de “votos populares”. Trump está consciente que esos tres millones pudiesen hacer mucho ruido en la Corte Suprema. Por eso continúa buscando argumentos que la expliquen o justifiquen.
Hoy se sabe que algunos ayudantes de Trump se reunieron durante la campaña con funcionarios y hackers rusos. Uno de esos “ayudantes”, que acaba de presentar su renuncia, fue nada menos que el general Michael Flynn, designado por Trump asesor de Seguridad Nacional. (La clara intervención de Rusia sería otro argumento para impugnar la elección).
El sábado pasado, en un caótico acto de masas en Florida, donde la sojuzgada Melania rezó con la multitud el Padre Nuestro, Trump atacó de nuevo a la “prensa vendida, enemiga del pueblo”. Frente a la amenaza de prohibir reporteros en sus eventos políticos, el senador John McCain comentó lacónico y certero: “la restricción de la libertad de prensa es como se inician todas las dictaduras…”.