Dichos picosos y picositos

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Dichos picosos y picositos

En mis viajes -muchos y muy deleitosos, antes de la pandemia- oía a veces refranes nuevos para mí. Los decían sobre todo quienes trataban con tierra o con ganado: agricultores, charros, productores de leche o carne, criadores de reses bravas para la fiesta del toreo… En las ciudades hemos perdido la costumbre de adornar nuestra conversación con los antiguos dichos que nuestros padres y abuelos usaban como sabrosa especia para sazonar la plática.

Ofrezco una colección de dichos que en mis andanzas de juglar viajero recogí.

- "Entre todos la matamos y ella sola se murió''.

Se usa cuando todos tienen la culpa de algo pero nadie quiere asumir la responsabilidad.

- "Luna de enero y amor primero, no tienen compañero''.

La canción dice, sin embargo, que “de las lunas la de octubre es más hermosa”. ¿Serán así los amores octubreños?

- "Donde hay yeguas, potros nacen''.

A la causa sigue siempre el efecto.

- "A quien Dios lo quiere bien, la perra le da lechones''.

Significa que Dios bendice a manos llenas.

- "Dos caminados tiene el dinero: viene despacio y se va ligero''.

Este refrán no necesita explicación, y menos en los actuales tiempos.

- "Al catarro con el jarro''.

Del invierno los males se curan con mezcales.

- "Al que tiene tractor, casa o mujer, nunca le falta qué componer''.

No entendí este refrán.

- "Primero te quedes manco que firmes algo en el banco''.

Tampoco este dicho lo pude descifrar.

 - "De hacendosa y hacendada, la primera más me agrada''.

El hombre debe preferir a la mujer trabajadora sobre la rica. Ahora que si es rica y trabajadora ¡qué a toda madre!

 - De la cintura p'arriba todos somos santos.

Eso es muy cierto. Y con la edad nos volvemos santos también de la cintura p’abajo, sea por Dios.