Como si necesitara una faja, Kim Kardashian modeló, junto a otras esculturales chicas algunas de las piezas que serían parte de su colección Kimono; pero ese fue el inicio de un gran problema para ella, ya que Japón la acusó de apropiación cultural. ¿Les suena conocido?

Y para evitar continuar con la polémica, Kim hizo la revelación a través de Instagram hoy por la mañana, y le dijo a sus fans que después de "pensar y considerar detenidamente" ella cambiaría el nombre de su línea de fajas. Sin embargo no ha dicho cuál será el nuevo nombre.

Kardashian dijo que había lanzado la línea Kimono con las “mejores intenciones”, pero está comprometida a “escuchar, aprender y crecer”.

Si bien la crítica del nombre Kimono se produjo rápidamente después de que reveló su nueva compañía el martes pasado, Kim inicialmente se mantuvo firme y le dijo al New York Times el jueves que no cambiaría el nombre.

Pero la indignación en Japón aumentó, ya que el alcalde de Kioto, Daisaku Kadokawa, le envió una carta el viernes instándola a "reconsiderar" el nombre.

Finalmente, cedió ante la presión y le dijo a sus fans en Instagram el lunes: "Ser empresaria y mi propio jefe ha sido uno de los desafíos más gratificantes que he tenido en mi vida".