Diario de un nihilista
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Diario de un nihilista
Un clavo al calvito
Se dispara como obús
–pues no tenemos Alcalde
y Calvillo manda en balde–
la tarifa de autobús.
Tierra apache
Es embajador Gerónimo:
está bien que lo distingan
(nada más que no lo extingan
como al indígena homónimo).
¿Gasolinazo? Autogolpe
Reprimieron sin tardanza
y sin un remordimiento:
¿así es que el Gobierno avanza
en su desmantelamiento?
Yihad magisterial
Guerra santa de la CNTE,
cualquier día recomienza:
¿Aurelio Nuño aún piensa
que ha liquidado este frente?
Contra Trump
Hollywood se desahoga
por voz de sus millonarios:
tanto sexo, tanta droga
los vuelven contestatarios.
Cadáver
Ese tipo ya es carroña:
aunque piense que es su aliento,
le saca la vuelta el viento
por no volverse ponzoña.
Nobel 2016
Fue una mentada de madre
para la Literatura:
que Bob Dylan cante o ladre,
ya manchó esa investidura.
Vandalismo institucional
¿Peña Nieto ha superado
el trauma pos Tlatelolco?
Vándalo pos Tlatelolco,
mucho al País ha dañado.
Genocidio futbolístico
Chiapas va contra el América:
¿se vestirán los ajuares
de los Tigres los Jaguares
entre la afición histérica?
Otro éxito
Rangel se va a Sporting Huelva,
pues el futbol femenino
nos importa aquí un comino.
Un fracaso más. Qué hueva.
La rutina del fracaso
Tres meses sin anotar:
¿a dónde va el Chicharito?
¿Podrá su mito y su rito
este año caducar?
Medio epigrama electoral
Pues ninguno tiene rima
–Isidro como Riquelme,
da igual Riquelme o Isidro–,
no votaré por ninguno.
Carcajada electrónica
Se acabaron los juguetes:
tabletas y celulares
hubo en todos los hogares,
Santa Claus se fue al garete.
Polo económico
Santa Claus se mudó a China:
cargan gnomos amarillos
el trineo que se encamina
hacia chozas y castillos.