Diana Bovio: Brincar de un lado a otro

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Diana Bovio: Brincar de un lado a otro

Fotos: Especial
La actriz regiomontana tiene su segundo protagónico en ‘Hasta Que La Boda Nos Separe’, película de la que habló con VANGUARDIA

Siempre persiguió sueños muy altos. Cuando se inició en teatro, en Monterrey, Nuevo León, Diana Bovio imaginaba un futuro prometedor como actriz. Hoy su nombre y rostro encabezan el elenco de dos películas: “1974: La Posesión de Altair” (2017) y “Hasta Que La Boda Nos Separe” (2018). Son sus dos primeros protagónicos en cine y su entrada dentro de una industria que es muy diferente a aquella donde se formó. Ahora vive en la Ciudad de México, donde sigue haciendo teatro y se encuentra filmando dos comedias más. Así se van materializando sus sueños, sobre todo por medio de la perseverancia y buscar algo de ella misma en sus personajes. Así lo platica con VANGUARDIA, refiriéndose al proceso que tuvo para lograr interpretar a María, una mujer que sueña con una boda perfecta.

La diferencia es que a María no le sale nada como hubiera imaginado. La comedia “Hasta Que La Boda Nos Separe” retrata el caótico matrimonio de una pareja, con la idea de burlarnos de nosotros mismos y nuestros ideales. Así pues, Diana tuvo que escarbar dentro de sí misma para encontrar su personaje, con quien descubrió que compartía la personalidad soñadora. Aquí nos cuenta cómo lidió con el peso de ser protagonista por segunda vez.

-¿Cómo fue saltar de ‘La Posesión de Altair’ a ‘Hasta Que La Boda Nos Separe’, tus dos primeros protagónicos?-
“‘La Posesión de Altair’ fue la primera oportunidad que me dieron en una película y el que fuera un protagónico para mí fue un reto súper grande. Me encantó que fuera de horror porque es un género que disfruto mucho ver y después me di cuenta que también disfruto mucho hacerlo, es súper divertido. Fue como mi entrada a esta industria, conocer cómo se viven las cosas, fui a varios festivales internacionales, fue una experiencia increíble. Y de ahí que se presentara la oportunidad de hacer una comedia como ‘Hasta Que La Boda Nos Separe’, la verdad es que lo disfruté muchísimo. La comedia es un lugar en el que me siento muy a gusto y desde que llegué a esta ciudad se me han presentado muchos proyectos de comedia. Ahorita lo estoy disfrutando y estoy recortando mis técnicas y mis habilidades de comedia. La pasé increíble en las dos producciones, me encanta hacer los dos géneros”.

-¿Personalmente qué te gusta más, comedia o terror?-
“Me encantan las dos, la verdad. Soy muy fan del cine de horror, de toda la vida, aunque luego me da mucho miedo y no puedo dormir, me encanta verlo y hacerlo. Creo que no podría decidir, me encanta hacer las dos cosas”.

-¿Es más difícil hacer reír o asustar al público?-
“Las dos cosas son igual de complicadas. Son dos retos que si no están acompañados de la verdad, no funciona. De los dos directores con los que trabajé, con Victor Dryere y Santiago Limón, ellos siempre tenían muy claro que sus personajes tenían que contar las historias y las situaciones desde la verdad. Si tú no te lo crees, no hay manera que yo te haga sentir nada. Creo que personificar cualquier personaje es complicado si no viene de la verdad, pero si lo crees, si lo disfrutas y lo vives, ya todo fluye y todo sucede”.

-Como muchas comedias, “Hasta Que La Boda Nos Separe” se burla de situaciones de la vida cotidiana. ¿Tú de dónde tomaste inspiración para este papel?-
“De María, que es el personaje de esta peli, lo primero que intenté fue verme reflejada en ella de cierta manera. Entenderla y entender de dónde venía esta fantasía, de una boda con un romanticismo como el de ‘La Sirenita’, como su ingenuidad y su carácter fantasioso y soñador. Dije ‘de aquí me puedo agarrar’, porque yo más joven sí tenía esta personalidad súper soñadora y sí, siempre me he puesto sueños muy altos y de esa manera pude conectar con María y entender de dónde venía. El trabajo con Santiago Limón fue muy orgánico y padre, porque te deja proponer mucho y actuar en mi personaje con toda libertad me ayudó a encontrarme a mí misma dentro de ella y dejar que jugara el personaje”.

-¿Qué crees que es lo mejor que se puede llevar el público mexicano de ver este tipo de comedias?-
“Definitivamente lo que se pueden llevar es diversión. Creo que uno tiene que ir a ver esta película con todas las ganas de pasarla bien, de distraerse, de olvidarse un poco de las presiones y las dificultades del día a día. De esta peli se van a poder llevar justo eso, un par de horas de mucha diversión, de relax, de verse reflejados en la pantalla, de reírnos de nosotros mismos. Obviamente todos hemos estados en bodas así. Es eso, verse reflejado y aprender que está divertido también burlarse de uno mismo”.

-¿Qué es lo más complicado de ser la actriz principal?-
“No lo veo nada complicado, más bien es una bendición. Es una oportunidad muy padre de agradecer esta confianza que tienen en ti. Bueno, lo difícil es eso, pensar que el proyecto recae en ti y en tu compañero, cuando tienes un co-protagonista, como en este caso Gustavo Egelhaaf. Sentir esa responsabilidad de que lo van cargando los dos. Pero cuando tienes un equipo como el que tuvimos, la verdad es que todo se vuelve sencillo, todo fluye y todo es armónico. Yo la pasé increíble, no encontré ninguna dificultad, al contrario, el equipo lo hizo un viaje divertido y disfrutable”.

-Después del terror y la comedia, si pudieras elegir el siguiente género en el que participarías, ¿cuál sería?-
“Me encantaría hacer un thriller. Me fascinaría hacer un thriller psicológico. Son personajes muy complejos y cuenta algo que nunca he hecho, pero es algo que disfruto mucho ver en el cine. Sería interesante explorar otro lado de mí y de la actuación”.

¿Cómo ha sido moverte entre el teatro y el cine?
“Este año que volví a hacer teatro me di cuenta que es una disciplina muy distinta al cine, que es muy demandante. Es aterrador, la verdad, hacer teatro. Estar ahí y que la respuesta del público sea tan inmediata y sientes en el acto si se ríen o no se ríen, o si están metidos en la historia o si no, es algo que si no estás bien plantado y si no te concentras como debes de estar, es apabullante. Pero la verdad es que tener la respuesta inmediata del público ahí es increíble, el teatro es súper mágico y es diferente cada vez, te sorprende todo el tiempo y está evolucionando, cambiando. Eso es algo increíble. El cine tiene también sus encantos, pero son cosas completamente diferentes. Estoy enamorada de los dos, yo me hice en teatro en Monterrey, fue como entré a este medio y le tengo mucho cariño, porque ahí fue donde me formé. Pero ahora el cine me da un alcance mucho más grande. Los dos te dan algo hermoso que el otro no te da”.

-¿Dejarías alguno de los dos por dedicarte al otro de lleno?-
“No, me encantaría siempre hacer de todo. Creo que nunca me alejaría de ninguno de los dos. Cada uno te regresa a una línea distinta. Siempre disfruto mucho el cambio, me gusta que las cosas se desarrollen, que evolucionen. Me gusta brincar de un lado a otro y no quedarme estática en ningún lado”.

-Siendo México tan premiado en el extranjero, ¿cómo percibes el panorama del cine nacional dentro del país?-
“Justo el que muchos mexicanos estén triunfando en otras partes del mundo, impulsa a todo este talento joven, talento nuevo, a luchar por sus sueños y a perseguirlos, no desistir, perseverar. Creo que eso es algo muy importante, que no nos olvidemos de buscar motores, cosas que nos motiven a seguir persiguiendo lo que queremos. Ahorita hay muchísmo talento que está justo a punto de darse a conocer, que está buscando las oportunidades y en los que debemos de fijarnos para conocer y descubrir y no casarnos con lo mismo de siempre. Yo tengo mucha esperanza en el nuevo cine mexicano, en toda esta gente que estoy conociendo en el camino y que está buscando las oportunidades”.