En una banca de la alameda, Trump y López Obrador platican mientras comen algodón de azúcar. Es 2019. Escuchemos.

Peje: Tú crees que alguien se habrá dado cuenta de por qué llegamos a la Presidencia.

Trump: I don’t give a fuck! ¿Cuándo me vas a dar el dinero para terminar el muro?

Peje: Llegamos porque los partidos tradicionales desaparecieron por escándalos de corrupción e impunidad o porque tuvieron demasiada cercanía con las grandes corporaciones. 

Trump: Tú hacerte tonto, Peje.

Peje (reflexivo): Los políticos, en tu país y en el mío, se divorciaron de las necesidades de las clases medias, de los obreros, campesinos e indígenas. Se amafiaron para vender falsas esperanzas y llegar al poder. Luego, los abandonaron.

Trump: Me urge terminar el murou. Tú sabes que te love you. Que amo a los méxicanous, pero Mécsico no es nuestro amigou. Ustedes nos están matando en las fronteras, en los trabajos y en el comercio.

Peje: ¿Cómo puedes decirme eso, cuando tú y yo somos populistas de corazón? ¿Cuando los dos  llegamos a la Presidencia por el hartazgo de la gente transformado en odio irracional contra la partidocracia? Somos iguales Donnie, aunque te falte mucho para lucir mi bronceado tabasqueño.

Trump: Mi nou entender.

Peje (desesperado): Con una tiznada. Los dos somos predicadores en medio de la desesperanza. Dividimos el mundo entre el bien y el mal. Luego nos subimos al púlpito para hacernos eco de las voces de resentimiento contra el status quo, sin pensar en las consecuencias. Somos carismáticos y valemadristas. Yo voy contra la mafia encabezada por Carlos Salinas de Gortari; tú, contra la de políticos demócratas y republicanos ligados a las grandes corporaciones. Yo busco refundar México. Tú, recuperar el Sueño Americano.

Trump: Bueno, iguales, iguales no somos. 

Peje (enojado): ¿Qué tienes contra mi bronceado natural, cabrón? 

Trump (asustado): No te sulfures, amigou, mi populismo es heavy porque lleva clasismo, racismo, xenofobia y homofobia. El tuyo es light, porque sólo lleva clasismo u odio contra los poderosos. 

Peje: Tienes razón. Ya sabes, así son mis asesores de la CDMX: Hipsters y progre.

Trump: Dime, y si terminamos por darle en la madre a nuestros países.

Peje (alterado): ¡Cállate, ni lo pienses, chachalaca, pelo de estropajo copeteado!

Trump: Good! Para tranquilizarme, dame un abonito para el muro. Please.