Día Mundial de la concientización del Autismo: ¿qué es y cuáles son sus síntomas?
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Día Mundial de la concientización del Autismo: ¿qué es y cuáles son sus síntomas?
El autismo o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral. Dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.
Este lunes 2 de abril se celebra el Día Mundial de la Concientización del Autismo, un trastorno en el que, a pesar de los grandes avances en la investigación de las últimas décadas que han determinado varias claves fundamentales sobre el mismo, su origen sigue siendo un misterio. Además, el autismo cuenta con la dificultad añadida de que cada persona es diferente, de que cada individuo posee características propias.
A pesar de que sus manifestaciones clínicas pueden variar enormemente entre unos casos y otros, existen señales de alarma que son compartidas. Afectan a la forma en que se desarrollan las habilidades de comunicación e interacción social y también a la flexibilidad del pensamiento y el comportamiento del niño o la niña (insistencia en rutinas; fuerte resistencia a cambios aunque sean mínimos; juegos repetitivos y estereotipados; …).
Los primeros signos de alerta se suelen percibir hacia los 12-18 meses de edad, cuando estas habilidades comienzan a ser especialmente relevantes en el desarrollo típico. No obstante, en algunos casos se identifican más tarde, ya que pueden ser más sutiles y difíciles de detectar y pasar desapercibidas hasta edades más avanzadas, cuando las demandas del entorno son más complejas y exigentes y superan las capacidades de afrontamiento de la persona. En cualquier caso, es importante destacar que, aunque estas manifestaciones sean perceptibles y evidentes, en muchos casos el diagnóstico se retrasa y estoimplica un evidente perjuicio para la persona.
De acuerdo a especialistas, La calidad de vida de las personas con TEA está fuertemente influida por los apoyos que puedan requerir en cada etapa de la vida y, en este sentido, la familia es la principal fuente de apoyo. Por un lado, su papel es fundamental en la prestación directa de los apoyos, proporcionando soporte emocional, así como las condiciones necesarias para que las personas participen y disfruten de su integración en la sociedad.
Por otro, la familia, que es el referente principal para estas personas, tiene un papel fundamental. Sus parientes son las personas que mejor les conocen, saben cuáles son sus gustos, sus preferencias, sus intereses y sus necesidades. Son, en definitiva, quiénes poseen la información más cercana a su realidad y quienes pueden orientar sobre cómo adaptar los apoyos a sus intereses y necesidades individuales, y también a las propias necesidades que tienen como familia.
Además, desempeña una función muy relevante en los propios apoyos que la persona recibe. Su implicación en la intervención es imprescindible, y su participación en ella se ha identificado como un factor fundamental para el éxito de la misma. Tienen, por lo tanto, un papel esencial en la mejora de la calidad de vida de la persona con TEA, en un marco de coordinación y estrecha colaboración con los profesionales que estén también implicados en el sistema de apoyos que precisa la persona.