Casi todas las restricciones de encierro se levantaron en Inglaterra el lunes a pesar de un aumento en los casos de Covid-19, las advertencias de escasez de supermercados y el autoaislamiento forzado del primer ministro Boris Johnson.

Aunque el director médico del Reino Unido, Chris Whitty, advirtió sobre posibles "problemas", las máscaras ya no serán necesarias a partir del lunes, denominado "Día de la Libertad" por ciertas secciones de los medios de comunicación.

Los clubes nocturnos y los eventos deportivos también funcionarán libremente a plena capacidad en Inglaterra, y el gobierno ya no recomendará a las personas que trabajen desde casa.

En otras partes del Reino Unido (Escocia, Gales e Irlanda del Norte), los gobiernos descentralizados están tomando medidas más cautelosas y no reabrirán por completo.

Johnson realizó un rápido cambio de sentido político el domingo y su oficina de Downing St. dijo que pasaría 10 días aislándose después de entrar en contacto con un paciente confirmado con coronavirus, revirtiendo un anuncio anterior de que no tendría que ponerse en cuarentena que se cumplió con consternación generalizada.

Johnson y el jefe del Tesoro, Rishi Sunak, fueron alertados durante la noche por la aplicación de teléfono de prueba y rastreo de Inglaterra. Johnson se reunió el viernes con el secretario de Salud, Sajid Javid, quien dio positivo por Covid-19 el sábado. Javid, quien ha sido completamente vacunado, dijo que estaba experimentando síntomas leves.

La oficina de Johnson dijo inicialmente que él y Sunak se realizarían pruebas diarias de coronavirus como parte de un sistema alternativo que se está probando en algunos lugares de trabajo, incluidas las oficinas gubernamentales.

Menos de tres horas después, después de una protesta por el aparente trato especial a los políticos, Downing Street dijo que Johnson se aislaría en Chequers, la residencia de campo del primer ministro. Dijo que Sunak también se aislaría a sí mismo.

El gran día de Johnson también se vio empañado por el "caos pingdemico" cuando una aplicación del Servicio Nacional de Salud ordenó a cientos de miles de personas que se aislaran, lo que generó advertencias de que los estantes de los supermercados pronto podrían vaciarse debido a que las empresas en Inglaterra enfrentan una escasez de trabajadores.

"Si no lo hacemos ahora, tenemos que preguntarnos, ¿cuándo lo haremos?" Johnson dijo en un video publicado en las redes sociales .

"Este es el momento adecuado, pero tenemos que hacerlo con cautela. Tenemos que recordar que, lamentablemente, este virus todavía existe”.

Gran Bretaña registró 54.674 nuevos casos de Covid-19 el sábado, su número diario más alto desde enero, y otros 48.000 el domingo. Sin embargo, las muertes por la enfermedad se han mantenido comparativamente bajas. Más de 128.000 personas en todo el Reino Unido han muerto a causa de la enfermedad, la cifra más alta de muertos en Europa.

Aproximadamente el 67,8 por ciento de los adultos, o poco más de la mitad de la población total, ha recibido dos dosis de vacuna.

A pesar de las reiteradas garantías del gobierno sobre el lanzamiento de la vacuna, los expertos médicos han advertido que el "Día de la Libertad" podría ser una amenaza para el resto del mundo.

Más de 1.200 científicos respaldaron una carta en la revista médica británica The Lancet criticando la decisión del gobierno y advirtiendo que la estrategia podría permitir el desarrollo de variantes resistentes a las vacunas.

Whitty también advirtió que la cantidad de personas hospitalizadas con Covid-19 podría alcanzar niveles "bastante aterradores".

"No creo que debamos subestimar el hecho de que podríamos volver a meternos en problemas sorprendentemente rápido", dijo el jueves durante un seminario web organizado por el Museo de Ciencias.

Las familias de muchos de los que murieron por Covid-19 en Gran Bretaña también criticaron el plan del gobierno.