Detenido el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, por corrupción

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Detenido el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, por corrupción

Foto: EFE
La operación que afecta al expresidente de Brasil es parte de la investigación anticorrupción Lava Jato

La Policía Federal de Brasil se ha llevado a declarar al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva en el marco de la operación Lava Jato, que investiga una trama corrupta en la petrolera estatal Petrobras. Antes, a las seis de la mañana, los agentes han registrado la vivienda donde vive el exmandatario del Partido de los Trabajadores (PT)  en São Bernardo (a 20 kilómetros de São Paulo).

Los investigadores sospechan que Lula recibió ventajas indebidas durante y después de su mandato, como la reforma de una casa de campo que él frecuentaba en Atibaia (interior de São Paulo) y de un apartamento tríplex en Guarujá (litoral de São Paulo). Las obras fueron pagadas por las constructoras Odebrecht y OAS, según la acusación.

El hijo de Lula, Fábio Luiz da Silva, conocido como Lulinha, también es objeto de investigación: agentes de la Policía Federal acudieron este viernes a su apartamento en el barrio de Moema, zona sur de São Paulo.

En la operación, bautizada Aletheia en referencia a la expresión griega que significa "búsqueda de la verdad",  participan unos 200 policías y 30 auditores de Hacienda, que cumplen órdenes judiciales en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Bahia.

Los efectos de la operación Aletheia pueden ser catastróficos para el Gobierno y para Lula, que tenía esperanzas de ser candidato a la presidencia de nuevo en 2018. La presión había ido creciendo en las últimas semanas sobre el expresidente de Brasil.

El sábado pasado, en la fiesta del 36º aniversario del PT, en Río de Janeiro, Lula dio señales de que esperaba que la Policía Federal lo llamase a declarar por sospechas de corrupción relacionadas con el caso Lava Jato. Lula expresó su temor de que la Justicia levante su secreto bancario y revele informaciones fiscales y registros telefónicos. “Si ese es el precio que tengo que pagar para probar mi inocencia, lo hago. Solo quiero que después me den un certificado de idoneidad”, dijo en tono irónico. El expresidente brasileño, que ha decidido defenderse atacando, insinuó también el sábado que las investigaciones en su contra son puramente mediáticas.