Detectan ‘ataque’ vs. peso

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Detectan ‘ataque’ vs. peso

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El subdirector de análisis económico del Banco de Pagos Internacionales reconoció que el peso, al ser una de las monedas más líquidas, es “bastante probable que tanto el mercado como la divisa hayan sido objetivo de capitales off shore, dirigidos desde paraísos fiscales”.

CDMX.- Operaciones electrónicas de inversión “off shore” podrían explicar la depreciación consistente que sufrió el peso mexicano en el primer bimestre del año, reconoció el subdirector de análisis económico del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Hyun Song Shi.

Desde Basilea, su sede, reconoció que el peso, al ser una de las monedas más líquidas, es “bastante probable que tanto el mercado como la divisa hayan sido objetivo de capitales off shore, dirigidos desde paraísos fiscales”.

En consecuencia, considera que es natural que el Banco de México esté tomando en cuenta esta posibilidad para el diseño de algunas intervenciones.

El BIS analizó el tema titulado “Colgando el teléfono. Operaciones electrónicas en mercados y sus implicaciones”; detalla que son transacciones automáticas a partir de algoritmos matemáticos, que se ajustan a varios supuestos de liquidez de mercado y precio.

En condiciones de liquidez normal sin tensiones, este avance tecnológico facilitaría operaciones de compra y venta de activo, refieren los especialistas del BIS.

El problema es que la incertidumbre por los eventos de China, la caída del precio del petróleo y hasta la divergencia de políticas monetarias que se han presentado en los últimos meses están generando, por sí solos, movimientos y ajustes de portafolio.

Pero éstos se exacerban con la irrupción de las operaciones electrónicas que pueden pasar capitales de un mercado a otro, en cuestión de minutos.

Sin punto de retorno
El BIS refiere que los mercados que han visto en los últimos meses el impacto de este tipo de operaciones electrónicas de capitales “off shore” son los que han estado en el centro de la tensión, como China; los que tienen divisas de alta liquidez, como el peso mexicano, y los que son claros refugios en la tormenta, como bonos del Tesoro de EU y el propio dólar.

Es un proceso de “electronificación” sin reversa, aseguran. Y más bien, cualquier reto que ha impuesto este tipo de transacciones hasta ahora tiene que ser tomado en cuenta por los hacedores de políticas y las autoridades financieras locales e internacionales.

Aclaran que la persistente declinación de precios de activos de los últimos años ha inducido a inversionistas a monitorear el costo de operar más de cerca, lo que ha detonado el uso de operadores electrónicos y ejecuciones automatizadas de sus reorientaciones de portafolios. 

Con información de El Economista