Un total de 252 armas, de las que 130 fueron cortas y 122 largas, cargadores y cartuchos, además de 2 toneladas de mariguana, heroína, cocaína y metanfetaminas; todo por un valor aproximado de más de 42 millones de pesos y todo incautado al crimen organizado, fue destruido o incinerado ayer en una ceremonia encabezada por autoridades de los tres niveles de gobierno.

Entre las armas destruidas estuvieron rifles AK-47 y R-15, además de revólveres 9 milímetros y pistolas calibre 45, según informó personal militar participante en la ceremonia.

En el acto, el gobernador Miguel Riquelme mencionó que los presentes son días de unidad, de reflexionar lo que pasa en la entidad y, sobre todo, de seguir fomentando la participación de la sociedad.

Abundó que en Villa Unión se actuó con contundencia y responsabilidad, ya que se tuvo la capacidad institucional de hacer frente a un ataque artero a un municipio de Coahuila.

En ese sentido, reconoció la actuación del Grupo de Reacción de la Policía Estatal, al comentar que la Policía Civil, creada hace algunos meses, hizo frente con 15 elementos a miembros de la delincuencia organizada, lo que dio tiempo de que llegaran los refuerzos federales, estatales y municipales.

“Actuamos con mucha responsabilidad, no me arrepiento de haber adquirido el equipo que tiene el Estado, y si en algo hemos invertido, es en seguridad y lo seguiremos haciendo al buscar el consenso de los empresarios y de la sociedad”, manifestó el Mandatario estatal.

Agregó que de aquí a que los pobladores de Villa Unión puedan recobrar la calma y la tranquilidad, el Gobierno del Estado hará presencia en distintas vertientes, incluso en ayuda psicológica a las niñas y niños que presenciaron este atentado.