Desquicia cierre de calles por 'Grito' en Saltillo

Usted está aquí

Desquicia cierre de calles por 'Grito' en Saltillo

Verbena. La calle Allende fue cerrada al tráfico desde Muzquiz hacia al sur.
Cierre de calles del primer cuadro provoca gigantescos embotellamientos; usuarios del transporte se ven afectados por alteración de rutas

Llegar a Plaza de Armas en vehículo resultó casi imposible el día de ayer.

Desde temprana hora fueron cerradas a la circulación las calles aledañas al Palacio de Gobierno, por lo que el transporte urbano y conductores de autos particulares se vieron en serios apuros para salir del gigantesco embotellamiento que se formó.

Además, las “combis” dejan de pasar por las paradas oficiales, por lo que los usuarios deben adivinar por dónde pasa la “ruta” que lo llevará de regreso a casa. 

Son las 19:00 horas, y poco a poco se acerca la hora en que el gobernador Rubén Moreira saldrá a dar el último “Grito” de su administración.

Generoso. El cantante lagunero Pablo Montero regaló su sombrero al público de Saltillo; fue él quien abrió la parte artística de la ceremonia del “Grito”. Fotos: Vanguardia/Orlando Sifuentes/Marco Medina

‘Grito’ de desesperación

Ayer por la tarde tomé un taxi desde la redacción de este periódico, el camino es el mismo que todas las veces en las que voy a Plaza de Armas: calle Torreón, V. Carranza y seguir por Allende. Pero nos cortan el camino al llegar a la calle Múzquiz. El calvario comienza. 

El chofer me deja lo más cerca que puede: Juárez y General Cepeda. Sobre la primera arteria, una patrulla bloquea el paso y los policías hacen rondines para vigilar que nadie haga algún desmán. 

El olor a churros y a esquites hace que me olvide del estrés que me provocó llegar hasta el lugar. Sobre Juárez, unos 20 puestos de comida, ropa y chucherías adornan la vialidad.

Vigilancia. Decenas de policías estatales y municipales se encargaron de la seguridad.

“Esquites gourmet”, dice en una lona. Una mujer menea los granos de elote con mantequilla en un comal, mientras platica con otra vendedora que la ve desde la silla en la que está sentada.

Faltan cuatro horas para que el segundo Moreira al mando de Coahuila dé el “Grito” y ya se ven parejas jóvenes, de ancianos o novios, pero este año parece flojo. La mujer de los esquites acaba de armar su puesto, pero no ve mucha asistencia como en el pasado. Predice que este año no sacará mucha ganancia aunque se quede hasta las 02:00 de la mañana, cuando se vaya el último cliente. La otra vendedora la apoya. Este año la gente no es mucha, pero el caos por el tráfico es el mismo. 

Seguridad. Fuerza Coahuila hizo uso del binomio canino.

MUCHA SEGURIDAD

Los puestos siguen inundando de olores la calle Juárez: pan, elotes, enchiladas, tacos. Llego hasta el primer detector de metales. Un cerco de policías impide el paso, debo pasar por el detector de metales y luego una policía me revisa mi bolsa. La señora de atrás se queja porque es mucha “pérdida de tiempo”, aun así abre su bolsa y la revisa.  

Adentro, más policías de Fuerza Coahuila vigilan con los binomios caninos. Más policías municipales. Más bomberos. Más elementos de Protección Civil y de Cruz Roja. Son las 19:30 horas y todavía no se ve mucha gente. Frente al escenario ya se presentan los ballets de danza folclórica: a las 19:30 horas suena un son jarocho. 

Peligro. Los compradores corrían el riesgo de ser arrollados en la calle Aldama.

El escenario grande, donde se presentarán los grupos famosos ya está listo, pero faltan algunos preparativos, los trabajadores siguen probando el sonido y las luces. 
Cruzar las vallas para salir es mucho más fácil. Lo difícil para regresar a la redacción es, otra vez, el tráfico.