SEATTLE  — Un coach asistente de fútbol americano que fue despedido de una escuela secundaria del estado de Washington por rezar en el campo después de los partidos, demandó el martes al distrito escolar al que acusó de violar sus derechos religiosos.

La demanda interpuesta por el Instituto First Liberty, una organización legal con sede en Texas y que se enfoca en los casos de libertad religiosa, quiere que restauren a Joe Kennedy en su puesto como entrenador asistente en el equipo de Bremerton High School, y pide a la Corte Federal de Distrito en Tacoma que decrete que sus oraciones al término del partido sean permitidas.

Desde 2008, Kennedy rezaba antes y después de los partidos y algunas veces lo acompañaban algunos estudiantes. El Distrito Escolar de Bremerton dijo que no quería que la actividad fuera vista como un respaldo a las actividades religiosas y le pidió a Kennedy que dejara de hacerlo una vez que el distrito escolar estuvo al tanto de sus prácticas. Pero el entrenador persistió en sus oraciones, al arrodillarse en silencio a rezar.

Su caso atrajo atención nacional. Decenas de legisladores en la Bancada de Plegarias del Congreso enviaron una carta al superintendente expresando su apoyo, y miembros del Templo Satánico de Seattle provocaron indignación cuando llegaron a un partido con túnicas, maquillaje y cuernos de carnero luego de ser invitados por estudiantes y maestros.

"El coach Kennedy no está motivado en involucrarse en expresiones religiosas privadas para hacer proselitismo o atraer a otros a su fe religiosa", señaló la demanda. "En su lugar, ofrece una breve plegaria de agradecimiento como parte de su compromiso con Dios antes de que comenzara a trabajar como entrenador en BHS".

Debido a que las plegarias de Kennedy eran sobre los jugadores, su esfuerzo y deportivismo, "sus creencias religiosas lo obligaban a rezar en el campo en el que se había realizado el encuentro", añadió la demanda.

En un comunicado vía email emitido el martes, el distrito escolar señaló que estaba revisando la demanda y declinó comentar sobre sus méritos. Pero previamente había argumentado que los estudiantes podrían verse coaccionados a participar en las actividades religiosas cuando ven a sus entrenadores hacerlo.