Desnudó el Covid-19 nuestra realidad socioeconómica en Coahuila

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Desnudó el Covid-19 nuestra realidad socioeconómica en Coahuila

Los extraños e inéditos desajustes económicos provocados por el paro económico -al 90 por ciento-  durante la pandemia del Covid-19, ocasionaron la cuarta peor recesión mundial desde 1871 del modo de producción capitalista, sustento del régimen de acumulación neoliberal que colocó todos los derechos conquistados por la clase trabajadora del anterior régimen de acumulación (proteccionismo económico), como un producto en el mercado ante las leyes de oferta y demanda para su administración por parte de la Iniciativa Privada disponiéndolos como privilegios, tanto que el que tenga un ingreso podría acceder a ellos, de manera que esta crisis sanitaria, reveló las carencias sociales que escondían los indicadores económicos: la pobreza, el nulo acceso a la salud, la falta de un seguro de desempleo (en países emergentes o subdesarrollados) y la ausencia de un fondo de retiro digno, entre otras penurias.  

No obstante, el actual régimen de acumulación Neoliberal surgió como una alternativa inmediata para corregir y resolver las anomalías de la crisis del paradigma proteccionista con nuevas lógicas de acumulación y de correlación de fuerzas políticas que negaban y superaban el anterior planteamiento económico (tecnocracia), donde su característica central es la apertura productiva, distributiva y comercial, limitando las restricciones y las barreras entre país y regiones, por lo que el Estado perdió la rectoría de la economía y se convirtió en un “simple administrador” de los recursos públicos al servicio del libre mercado.

De tal modo que México no es ajeno a los efectos económicos de la actual recesión por su integración a la economía mundial ni por las lógicas de acumulación del paradigma Neoliberal. Por ende, Coahuila no está ausente de las implicaciones que causan las contracciones económicas recientes por ser un estado estratégico en el sector industrial tanto nacional como mundial; particularmente en el sector automotriz con el 27.9% de la producción, integrando la cadena global de valor en esta área para el mercado mundial y nacional, con ventajas competitivas por su mano de obra barata, pero calificada y su ubicación privilegiada, ya que nuestro Estado hace frontera con el Sur de Estados Unidos. El sector automotriz equivale al 37.8% del PIB de Coahuila, en donde 25 de cada 100 automóviles que se venden en el mercado nacional son producidos en el estado de Coahuila.   

De esta forma, las implicaciones por la parálisis de la actividad económica por el confinamiento voluntario continúan impactando la actividad productiva, distributiva y financiera. En consecuencia, se publicó el primer trimestre del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) del INEGI, que es un indicador de corto plazo que analiza el crecimiento económico de las entidades federativas ubicando al estado de Coahuila con el peor desenvolviendo del país con una disminución negativa de 6.8% en el tercer trimestre del año con respecto al mismo periodo del 2019 y -3.9% respecto al segundo trimestre de 2020;  colocándolo con un decrecimiento pronunciado en comparación con otros estados del país. El fenómeno de tal desaceleración del sector automotriz ya había dado muestras de una menor producción y comercialización de automóviles desde 2017 que se viene presentando una tendencia decreciente.  

El “parón económico” para mitigar la pandemia agudizó la directriz a la baja del sector que colapsó repentinamente con una caída abrupta de un mes a otro (marzo-abril) con las peores cifras en venta y producción desde que se tiene registro o sea desde el año 1993. 

La Asociación Mexicana Distribuidores de Automotores (AMDA) pronosticó una recuperación lenta del sector automotriz, de tal manera que, la reactivación de las ventas mejoró en los meses de junio y julio, sin embargo, la recuperación que se espera será hasta el 2024, por lo que Coahuila seguirá padeciendo repentinas caídas y estancamientos hasta que se logre “domar la pandemia” en todas las regiones del mundo. Solo así se podrá visualizar un nuevo ciclo de expansión para este sector por el grado dependencia que tiene el sector automotriz de los demás sectores y esferas económicas para el consumo de automotores y autopartes consolidando la reactivación y recuperación, no obstante, esto sucederá en el mediano plazo. Por esta razón, se debe buscar una alternativa productiva viable e inmediata en el estado como el fomento a la micro y pequeña empresa, incentivar las trasferencias gubernamentales a los sectores más vulnerables para alentar el consumo logrando mitigar los efectos de tan extraña crisis económica. 

Por otra parte, el estado debe asumir una política de recaudación fiscal estatal progresiva sin depender tanto de la federación para aumentar el gasto público en la cuenta corriente (contratación de trabajadores al servicio del estado) e inversión pública (trasferencias e infraestructura) donde nuestras autoridades estatales deben estar a la altura de las circunstancias sin tanta parafernalia política o sea sin  "politiquería" y "grilla", para así, encontrar la armonía del tan incierto escenario que vivimos.

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@AntoniolCastroV 
Antonio Castro