Ciudad de México.- La desigualdad en México y América Latina es un problema que constituye un obstáculo para el desarrollo sustentable.

De acuerdo con datos de la CEPAL, a pesar de que el ritmo de desigualdad en los ingresos de los países de la región ha bajado en los últimos años, existen aún altos que deben atacarse.

En México la desigualdad es abismal, sólo el 10% de las empresas más poderosas concentran el 93% de los bienes materiales, por lo que el país destaca con un coeficiente Gin – la herramienta que mide la desigualdad – de 0.93, muestra del alto grado de heterogeneidad estructural de la economía mexicana.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) apunta que en la región de Latinoamérica, donde México ocupa el segundo lugar en potencia económica, existe una estructura productiva poco diversificada.

En el caso de México, la repartición del capital financiero es aún mayor, ya que el 10% de los hogares más ricos concentran ocho de cada diez pesos en circulación.

El documento de la CEPAL detalla que en 2015 las familias mexicanas tenían el 37% de los activos con los que cuenta el país, por un total de 28 billones de pesos.

De esto, el gobierno federal administraba el 23%, las empresas privadas el 19% y las públicas el 9%, dejando a los bancos e instituciones financieras el control del 5% y el 7% restante.

“La desigualdad es una característica histórica y estructural en América Latina (…) Avanzar hacia su reducción significativa es uno de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, suscrita por todos los países de la región”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.