NUEVA YORK, EU.- Rusia arremetió en la ONU contra el Gobierno del Reino Unido por las acusaciones de envenenamiento del exespía Sergei Skripal y su hija Yulia y advirtió a Londres de que “está jugando con fuego” y se arrepentirá.

El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia aseguró que las acusaciones del Reino Unido contra su país son un “teatro del absurdo”, probablemente fruto de una “campaña” para desprestigiar a Rusia, y se volverán en su contra cuando se descubra la verdad sobre lo ocurrido.

“Las pruebas apuntan abrumadoramente a los rusos”, reiteró la embajadora del Reino Unido ante la ONU, Karen Pierce.

Nebenzia cuestionó cómo es posible que Skripal y su hija no murieran al ser expuestos al agente nervioso, subrayando que la única explicación posible es que se les administrase un antídoto y que, por tanto, el Reino Unido tuviese muestras de la sustancia.

El diplomático insistió en que el agente Novichok no es realmente un producto ruso, sino un nombre inventado por Occidente para referirse a una gama de armas químicas desarrollada por distintos países, incluidos el Reino Unido y EU.

También insistió en que Rusia no tenía ningún motivo para querer matar al exagente y que, si hubiese querido, podría haberlo hecho mucho antes y con métodos menos llamativos.

DESPIERTA VÍCTIMA
La hija del exespía ruso, Yulia, emitió un comunicado en el que asegura que su fuerza “crece cada día” y pide “respeto” a su privacidad y a la de su familia durante el periodo de convalecencia.

La Policía Metropolitana de Londres difundió texto en el que Yulia, de 33 años, relata que despertó “hace una semana” y expresa su “agradecimiento” por el interés mostrado por la gente y por todos “los mensajes de buena voluntad” que ha recibido.