Estudiantes del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos en San Antonio de las Alazanas se niegan a egresar sin la enseñanza que otorga la práctica presencial de sus talleres, por lo que acuden a clases desde hace meses.

Siguiendo las medidas de seguridad y protocolos implementados para sus traslados, jóvenes que cursan su último semestre en el Bachillerato Técnico acuden martes y miércoles a las instalaciones del plantel.

El director Rubén Villarreal Guerra, señaló que entre los requisitos para que los estudiantes acudan a clases es un manifiesto a decir la verdad donde expresan no presentar síntomas de COVID-19.

“Los alumnos acuden diferentes días, sobre todo para la práctica de componentes profesionales que son los jóvenes que egresan para laborar en la industria”, comentó el director.

Villarreal Guerra considera que la práctica presencial es un elemento indispensable para reunir los conocimientos que les permitan destacar en sus estadías o conseguir un mejor empleo.

Además, algunos alumnos con posibilidad de desertar, son ubicados con un programa para que continúen estudiando apoyados de tutorías presenciales.

Las paredes de los salones fueron tapizados con advertencias, recomendaciones e información sobre el combate del coronavirus, además de colocar gel antibacterial en las entradas.

Los pupitres fueron marcados con cinta amarilla para indicar los asientos reservados y así mantener sana distancia entre los estudiantes, mientras que los turnos para acudir a dirección o realizar algunos trámites, son escalonados y bajo previa cita.

El salón de cómputo permanece abierto para quienes no tengan acceso a internet en sus hogares o requieran de algún equipo para realizar consultas y trabajos.

Las instalaciones, destacó la dirección, fueron adecuadas y marcadas desde el inicio de la pandemia esperando el momento de recibir nuevamente a los estudiantes.

“Los jóvenes han mostrado entusiasmo y sobre todo disciplina para concluir sus estudios”, agregó Villarreal Guerra.