Es lunes, 12 del mediodía. En una mesa del restaurante Martin’s se encuentran seis amigos que se reúnen desde prepa para hablar de política y otras cosas.

Yamil: Pues se fregaron Jericó, Hilda, Javier y Enriquito. Exigieron que se abriera el proceso de definición del candidato priísta a la gubernatura, y ya abierto…

Andoni (interrumpe): Tendrán que competir en piso disparejo, por los años luz que les lleva Riquelme.

César: En esas condiciones, ¿estarán dispuestos a competir en un proceso electoral interno (militantes o delegados) o abierto a la ciudadanía? 

Gregorio: Sí y sólo si, el CEN del PRI acuerda con los participantes, reglas claras que den certeza, legalidad, transparencia y equidad al proceso. Para que el INE lo implemente. 

Toño: Con el ánimo de “enjarrar” el piso para dejarlo más parejo: ¿Pudieran exigir la remoción de Verónica Martínez, Presidenta del PRI,  y la de José María Morales, responsable de la Comisión Estatal de Procesos Internos?

César: Lo dudo. Ninguno tiene argumentos sólidos para exigirlo. Con excepción de Jericó y su bastión en Saltillo, el resto no tiene peso considerable en la estructura partidista. Todos viven abrazados a un cirio pascual para que les caiga la bendición de la CDMX.

Gregorio: Peor para ellos, pues con Manlio fuera del PRI, Jericó se debilita. Hilda agoniza con las derrotas priístas de género en Aguascalientes y Nuevo León, y el desprestigio propio y de su padrino Emilio Gamboa por descafeinar la Ley 3de3. Mientras Javier, ve reducir sus esperanzas al desmoronarse Los Pinos, uno por uno. 

Andoni (interrumpe): ¿Y Enriquito? 

Toño: Perdido en el bosque. 

Yamil: Mientras esto sucede, Riquelme se fortalece para ganar la elección interna o abierta.

Fernando: Cierto, pero de ganar, ¿representaría un principio de unidad partidista sólida e indestructible, que permita sumar sin posibilidad de traición a Jericó Hilda, Javier y Enriquito?

Toño: ¿Estaría Miguel dispuesto a armar un Gabinete de unidad que los integrase en caso de ganar la gubernatura? 

Gregorio: Pues, sin esas dos condiciones, el PRI vería reducidas sus posibilidades de ganar la gubernatura en 2017.

Andoni: Claro. A menos que la oposición se derrote a sí misma, como suele suceder en Coahuila.

Yamil: Eso lo vemos el miércoles. Paguemos la cuenta, porque tengo que ir a comprar tortillas para la comida.