Después de despotricar contra la iniciativa privada desde el 1 de diciembre, ahora el nuevo Gobierno mexicano los cita en Palacio Nacional y la conversación que ahí comenzó se trasladó por la tarde al Consejo Mexicano de Negocios (CMN), que concentra a 60 presidentes de las empresas más potentes de México.

Entre los empresarios existe inquietud sobre el papel de los sindicatos. Piden no se tolere la extorsión de los líderes “porque sólo así podremos continuar abonando en la creación de empleos y no en su destrucción”. Otro punto importante que señalan es que no se pierda el anclaje constitucional en la profesión magisterial.

Ahora sí al nuevo Gobierno mexicano le interesa que los empresarios echen mano a sus inversiones, para empujar un crecimiento económico del 4 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB). La nueva promesa es “sellada” con la creación del Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico.

Al mandatario le urge poder decir que, a pesar de las predicciones de crecimiento del 1.5 por ciento del Banco de México, su Gobierno convenció al CMN para impulsar la economía. Primero usa un fierro candente para intimidar, luego deja correr el tiempo para desgastar, más tarde ofrece una promesa, “un compromiso”, y concreta la artimaña de construir realidades que le convengan en lo personal; una vez obtenido lo que desea volverá a repetir su estrategia predilecta.

En aras del asistencialismo, la federación está sacrificando a estados, municipios, planteles educativos prestigiados, cancelando la capacidad de que jóvenes talentosos y emprendedores puedan insertarse en la economía formal. Este señor parece claramente enfocado en multiplicar su base electoral, ese sí es un barril sin fondo. Castigar a los que pagan impuestos, mermar con impuestos a los que después de trabajar toda su vida reciben los pensionados vía tarjeta bancaria.

Eso de: “no se va a reprimir a los maestros de la CNTE” fue la más clara demostración de sus promesas –“Habrá Estado de Derecho; no de chueco”– acaban siendo todo lo contrario.

Aun pagándoles mil 600 millones de pesos a los que se dicen maestros de la CNTE, las vías no sólo seguían bloqueadas sino que cerraban a placer todas las vías ferroviarias posibles, alcaldías, centros comerciales, paros laborales que ya han arruinado varios años escolares en Oaxaca. Hicieron perder mil millones de pesos diarios a la industria ferroviaria en un día. Miles de empleos se han perdido al volver insostenible la situación por capricho.

Causar pérdidas a quien produce también es corrupción. Consentir a esa gente es bajar peldaños como presidente.

¡Decídete a ser feliz hoy!

@_A_lfonsina