Desaparecer de ‘tajo’ los fideicomisos, jamás fue opción

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Desaparecer de ‘tajo’ los fideicomisos, jamás fue opción

En el 2018 tuve la oportunidad de participar en la investigación “Fideicomisos Públicos. El Arte de Desaparecer el Dinero Público”, que se realizó en el Centro de Investigación y Análisis, Fundar.

Mi tarea consistió en coordinar la parte periodística del proyecto que estaba enfocada a encontrar el impacto que tiene en la vida de las personas el uso que se da a los recursos públicos destinados a dos fideicomisos: el Fideicomiso del Río Sonora y el Fondo para la protección de personas defensoras y periodistas. 

Por su parte, Sarahí Salvatierra, investigadora de Fundar, quien se ocupó de la investigación dura, me guió a comprender este complejo esquema jurídico y las implicaciones de sus reglas de operación.  No fue fácil, nos llevó largas sesiones de trabajo.

Luego de meses de indagación se pudo concluir, desde la cancha del periodismo, que los hallazgos olían a corrupción, pero partiendo de un punto de vista más técnico y riguroso, el común denominador de los fideicomisos era la opacidad. Es decir, mientras faltara transparencia había un terreno fértil para la corrupción, lo cual no forzosamente significaba la existencia de corrupción en todos los fideicomisos.

Las historias que fueron documentadas, en nuestro estudio revelaban que el apoyo requerido en grupos de personas vulnerables como las víctimas de desastres ambientales en comunidades rurales y las necesidades de los(as) periodistas y los(as) defensores, no sólo eran imprescindibles sino en ciertos casos debían llegar con urgencia para salvar vidas o reparar el daño.

Ahora, esa investigación ha sido usada por ciertos legisladores para justificar la eliminación de los fideicomisos, en una narrativa que resulta engañosa; pues se intenta manipular el diagnóstico elaborado por el equipo de Fundar y demuestra una lectura superficial de la misma.

Este Centro precisó que había discrecionalidad en el uso de los recursos y que los mecanismos de transparencia, control, fiscalización y rendición de cuentas resultaban ineficientes. Sin embargo, fue más allá, realizó propuestas concretas para fortalecer los mecanismos de operación de los fideicomisos, con la finalidad de que dejarán de ser proclives a la opacidad y se lograra mejorar su utilidad.

La postura de Fundar, la cual tuvo que refrendar en un comunicado emitido el pasado 02 de octubre de 2020, consiste en elaborar un diagnóstico riguroso para no desaparecer de “tajo” los fideicomisos, sino “identificar cuáles son los que han funcionado, cuáles son los que tendrían que reformarse y mejorar sus procesos, y cuáles, luego de una revisión profunda, deberían extinguirse”.

Para los(as) legisladores, dejo aquí algunos consejos: leer con detalle los diagnósticos realizados por los grupos de la sociedad civil organizada, atender las recomendaciones y las propuestas de mejoras a la regulación, construir una narrativa con honestidad intelectual; pero sobre todo, no olvidar el impacto que tiene en la vida de las personas cada decisión arbitraria que se toma.