Usted está aquí
Desaparecen policías a 5 jóvenes; los consignan 10 días después
XALAPA, VER.- Regresaban de un fin de semana de diversión en el puerto de Veracruz donde festejaron el cumpleaños del mayor y liberaron tensiones como era su costumbre, sin meterse en líos. Los cinco jóvenes viajaban de regreso a su natal Playa Vicente, un municipio ubicado en el sur de Veracruz, de gran potencial ganadero, de gente “ranchera” y muy trabajadora… pero también un “foco rojo” en materia de seguridad.
El sábado 9 de enero a las 15:00 horas, Mario Arturo Orozco Sánchez, “El Metralla”, salió de su domicilio en su Jetta gris y vidrios polarizados. “Me van a festejar mi cumpleaños en el puerto”, había dicho a su madre.
Mario Arturo, de 27 años, con estudios truncos en Comercio Internacional en el puerto de Veracruz, es propietario de un negocio de autopartes en Playa Vicente y padre de una niña de tres años de edad.
El plan era asistir a una discoteca a escuchar música, banda en vivo y pasar un rato en un casino.
Con “El Metralla” viajaban José Benítez de la O, 24 años, egresado de Ingeniería Mecánica Industrial y quien trabaja en la tortillería de sus padres, así como su primo Bernardo Benítez Arróniz, de 25 años, y con estudios en Administración de Empresas en Xalapa.
También iban Alfredo González Díaz, de 25 años, quien se dedica al ganado como empleado de un rancho, y Susana Tapia, de 16 años, la menor de cuatro hermanos, estudiante de secundaria. Ya no regresaron
El lunes 11 de enero regresaban a Playa Vicente. Cerca del mediodía Susana Tapia le envió un mensaje por teléfono a su madre para decirle que se habían detenido en Tierra Blanca —municipio ubicado en los límites entre Veracruz y Oaxaca—, para comer tacos.
POLICÍAS LOS DESAPARECEN
En la zona donde compraron el almuerzo, a un costado de una estación de servicio de gasolina, policías de la delegación Tierra Blanca de Seguridad Pública estatal los detuvieron y comenzaron a interrogarlos.
Un amigo de la familia observó todo y, preocupado, llamó por teléfono a uno de los jóvenes, quien le dijo que no había problema, que los oficiales sólo realizaban una revisión de rutina, similar al caso Ayotzinapa.
No lo era. Una patrulla los escoltó: pasaron por una vía del tren, abandonaron la carretera y se introdujeron a un camino de terracería. Fue la última vez que un conocido los vio.
El testigo avisó a los padres de los jóvenes y éstos de inmediato se abocaron a su búsqueda.
En el municipio de Medellín, abandonado a la orilla de la carretera, fue localizado el auto.
Con la declaración del testigo y con ayuda de dos videos de las cámaras de seguridad de las tiendas comerciales del lugar donde la patrulla interceptó a los jóvenes, la Fiscalía General del Estado detuvo a seis agentes y al jefe de la policía en la zona.
Después, la dependencia descubrió que los oficiales entregaron a los jóvenes a la delincuencia organizada, pero aún se desconocen los motivos.
Los cinco se distinguían por ser amigueros, según los recuerdan en redes sociales, un espacio que abrieron para difundir sus rostros.
A través de estos medios familiares de los cinco han recibido manifestaciones de ayuda de todo el País, así como de Estados Unidos, Alemania y Francia.
10 días después…
> Este miércoles, el secretario de Seguridad Pública Estatal, Arturo Bermúdez Zurita, dijo que tres de los siete agentes policiacos que participaron en la desaparición de cinco jóvenes, habían reprobado los exámenes de confiabilidad.
> Al emitir un mensaje 10 días después del hecho, anunció una reevaluación de todos los mandos medios.