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Derriban estatua confederada en Carolina del Norte
Un grupo de manifestantes en Carolina del Norte derribó la estatua de un soldado confederado de casi un siglo de antigüedad durante una protesta contra el racismo.
Los activistas en Durham trajeron una escalera y utilizaron una cuerda para tirar el Monumento a los Soldados Confederados que fue develado en 1924.
Una multitud de decenas de personas de amplia diversidad de aclamaron cuando la estatua de un soldado que sostiene un fusil cayó al suelo frente al antiguo edificio de una corte que ahora alberga oficinas del gobierno local.
Segundos después de la caída del monumento considerado en honor a los estados esclavistas del sur, los manifestantes comenzaron a patear la figura de bronce que resultó abollada.
“Estoy un poco sorprendido que personas pudieran venir y unirse así aquí”; dijo Isaiah Wallace, quien es negro.
Wallace dijo que observó cuando los demás derribaron la estatua y expresó confianza en que otros símbolos confederados tengan igual suerte.
“Me parece que esto va a enviar una señal en el país y espero que otros símbolos racistas sean tumbados”, afirmó.
La protesta de Durham fue en respuesta a una marcha de nacionalistas blancos efectuada el fin de semana en Charlottesville, Virginia.
Las autoridades dijeron que una mujer murió el sábado cuando un nacionalista blanco atropelló con su vehículo a un grupo de manifestantes que efectuaban una protesta pacífica.
Aunque el hecho de violencia en Virginia ha causado que funcionarios se pronuncien por el retiro de los símbolos de la Confederación en Carolina del Sur, Carolina del Norte tiene una ley que los protege.
La normativa promulgada en 2015 impide retirar ese tipo de monumentos en propiedad pública sin el permiso de las autoridades estatales.
En su reacción al derribo de la estatua, el gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper, tuiteó: “El racismo y la violencia mortal en Charlottesville son inaceptables, aunque hay una mejor manera para retirar estos monumentos”.
Después del derribo de la estatua, decenas de manifestantes se reunieron en la calle frente a la antigua corte. Algunos se tomaron fotografías mientras estaban de pie o sentados sobre la estatua caída frente a un pedestal con la inscripción “En recuerdo de los jóvenes de uniforme gris”.
Patrullas policiales bloquearon la calle y los agentes presenciaron los hechos mientras algunos grababan imágenes. A la llegada de la noche, los participantes comenzaron a dispersarse pacíficamente.
Robin Williamson, que trabaja en el centro, llegó a la zona casi una hora después del derribo de la estatua. Williamson, quien es negro, dijo que simpatiza con las personas molestas con el discurso racista en el país.
“La gente considera que con Donald Trump como gobernante, los racistas pueden hacerse escuchar”, apuntó.
Señaló que en otras ciudades los monumentos confederados han sido pintarrajeados y desfigurados, pero fue sorprendente que los manifestantes tumbaran la estatua completa.