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Derechos Humanos de Coahuila afirma no tener denuncias de tortura en penales
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC) no cuenta con quejas relacionadas con casos de tortura en contra de los internos de las cárceles coahuilenses, como lo denunció a mediados de junio pasado la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Saltillo.
En esa ocasión Jacqueline Campbell, responsable de Pastoral Penitenciaria, denunció casos de tortura en los internos de las cárceles de Coahuila en los cuales las familias rechazaban denunciar públicamente por temor a las represalias.
Tras la realización de diversos recorridos por las cárceles coahuilenses Campbell documentó que algunos internos son sometidos a choques eléctricos en diferentes partes del cuerpo, golpes y son obligados a hablar en un volumen de voz más alto cuando reciben visita de parte de sus familiares.
Las diferentes formas de tortura a la que son sometidos incluyen también la falta de comunicación con su familia; incluso, algunos de ellos han señalado que sostienen una conversación telefónica con sus familiares durante tres minutos al mes. En cambio, otros han sido aislados desde hace meses y no les han permitido recibir la visita familiar a la que tienen derecho.
Al respecto, Javier Eduardo Roque Valdés, visitador general del organismo autónomo, negó que ellos tuvieran conocimiento de las quejas:
“Nosotros no hemos advertido una cuestión evidente dentro de los centros penitenciarios; hemos recibido pocas quejas con motivo de las supervisiones penitenciarias que hacemos donde nos externan algunos tratos que no necesariamente tienen que ver con tortura”.
El Visitador General de la CDHEC argumentó que conocen algunas quejas relacionadas con la limitación de comunicación vía telefónica —de tres a dos minutos mensuales—, o que al interno no se le proporciona una audiencia con el director.
“En las revisiones que nosotros hacemos verificamos cada una de las áreas de todos los ceresos, desde Indiciados, Procesados, Sentenciados, Máxima Seguridad, áreas de vigilancia especial, talleres… ninguna se deja sin supervisión”.
Los recorridos realizados por la Comisión de Derechos Humanos se reanudaron desde 2012 luego de que se mantuviera un mayor control en el interior de los reclusorios ante el autogobierno de que sostenían los internos.