La salud es un derecho de todos, es mandato constitucional que debe cumplir el gobierno, señaló hace unos días el presidente Peña Nieto en la asamblea de Funsalud, dirigida por el empresario Escandón Cusi, líder en la distribución de fármacos en México. Dicha afirmación fue precedida por el acuerdo en el IMSS de afiliar a estudiantes del país. La declaración presidencial resulta contradictoria o demagógica cuando no se acompaña de los recursos para fortalecer los servicios de sanidad, resolución que agravará la sobrecarga de atención médica de las instituciones públicas.

Resulta una contradicción incorporar a nuevos asegurados cuando el gobierno no garantiza la oportuna y resolutiva atención médica y se omite la obligación patronal del aseguramiento de asalariados que deberían estarlo, quienes superan los 12 millones, los cuales son trabajadores precarios al margen de la legislación laboral mexicana. Cabe recordar que la cobertura de salud más importante en México es realizada por las instituciones de seguridad social, más de la mitad de los mexicanos son atendidos ahí.

El gobierno federal anuncia nuevamente la salud universal mediante la revisión de los padrones de aseguramiento, que resultan cortina de humo para evadir los problemas centrales del sistema de salubridad —hoy agravados por la política de austeridad y recorte a los servicios de sanidad—; destacan la creación de plazas, el desabasto de medicamentos y la privatización de los servicios de salud.

Entre marzo y octubre de 2014, la secretaria Mercedes Juan, la Secretaría de Hacienda y la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio de Estado anunciaron la creación de 22 mil plazas para la SSA y 10 mil plazas en el ISSSTE, al tiempo que en el IMSS pretendían desaparecer la rama de intendencia y transferir al sector privado la atención de enfermos renales y diabéticos. Los recursos presupuestados para la basificación y la creación de plazas indispensables han quedado en el vacío, ¿dónde quedaron esos recursos? ¿Cómo mejorar el cuidado a la salud y la atención médica sin médicos, enfermeras, trabajadores de apoyo de servicios y administrativos? En el IMSS más del 20% de trabajadores no tiene base.

El desabasto de medicamentos no se ha resuelto con declaraciones de funcionarios.

En el Día Mundial de la Salud, el gobierno federal deberá responder al rechazo a las políticas de austeridad, resolviendo la falta de más de 50 mil profesionales de la salud y la basificación de más de 150 mil trabajadores del sector, erradicando la corrupción en el manejo de las plazas. Reto que el ex rector, doctor José Narro, deberá responder el próximo 7 de abril.

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