Depresión

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Depresión

Tienen nombres femeninos: angustia, desesperanza, ansiedad, melancolía, tristeza, depresión. La realidad de la depresión está reflejada en la literatura: en el cuento “La persona deprimida”, de Foster Wallace: “…sentimientos de aislamiento emocional que convertían cada hora de la vida de la persona deprimida en un infierno indescriptible…”.

En el poema “Mi vida con la perra”, de Francisco Hernández: ... “Amanecer sin sol… no por mucho deprimirse amanece más temprano… La perra depresión se angustia y se inconforma”. La depresión puede estar a nuestro alrededor, en el que está a nuestro lado, en el corazón de un niño, de un adolescente, del amigo, del pariente, del compañero de trabajo.

La tristeza prolongada, el decaimiento de ánimo, es un monstruo invisible, furtivo. Sólo quien la padece sabe lo que se siente, aunque se le dificulte describirlo. Enfermedad difícil de curar. Le vemos parte de la cara al monstruo, cuando nos enteramos de un suicidio.

Es la enfermedad de nuestro siglo y nuestra ciudad no está exenta: este año van mil 502 casos contabilizados, comparados con 585 del año pasado. Casi 3 veces más. Habrá más casos que no están registrados, ni diagnosticados. La depresión es la primera causa de consulta en el Centro de Salud Mental.

Todos podemos pasar por esta situación, que va de leve a moderada, seria o grave. 

Algunas causas de la depresión: La desilusión, una falta de autoestima, comparaciones injustas, fatalismo: creer que ya no tiene oportunidad de curarse. Sentirse con una obligación injusta, estar enfermo, la depresión postparto. Hasta la hiperactividad mental es una causa, aunque no pareciera.

También son causas el rechazo, fijarse metas inadecuadas o no fijarse ninguna. Otras situaciones que en la mayoría de los casos producen depresión: muerte del cónyuge, separación, muerte de un ser querido, enfermedad, sentirse inútil, perdida del empleo o problemas económicos.

Entre los métodos para tratar la depresión están: terapia con medicamentos, la electroterapia, la sicoterapia y la terapia espiritual. Cada una con sus ventajas y desventajas.

Podemos creer que la persona deprimida necesita estar sola o aislada. Aunque parezca lo contario, en esos momentos es cuando más necesita la ayuda de un amigo. A veces los familiares rechazan su conducta y en vez de tratar de comprender a la persona deprimida, la juzgan y desaprueban.

Para ayudar a un amigo en depresión se recomienda: 1°. Hacerse presente; 2°. No compadecerla, la autocompasión pudo llevarlo a estar deprimido; 3°. Proyectar esperanzas en la pantalla de su imaginación. Necesita que alguien le pinte la vida y el futuro de una manera más optimista: “La vida espera mucho todavía de ti”.

4°. Animar, pero no discutir; 5°. Tratar de hacerle pensar en otra cosa; 6°. Tratar de comprometerlo en una actividad; 7°. No mostrarse demasiado joviales u optimistas; 8°. Darle ayuda espiritual; 9°. Enseñarle a ser agradecido por las cosas buenas que le suceden.
No hay que olvidar que el deprimido necesita comprensión y ayuda. A cualquiera nos puede pasar y lo peor es quedarse solos en ese proceso. Es como acompañar a alguien es sus momentos de luto, nuestra presencia amable puede disminuir mucho la tristeza.

jesus50@hotmail.com