Managua.- La Iglesia Católica de Nicaragua denunció hoy que se profanó uno de sus templos, ubicados al norte del país, por parte de hombres encapuchados, similares a los que utiliza el Gobierno para actos de represión en una crisis que ha dejado 285 muertos.

La profanación ocurrió ayer martes en la ciudad de Matagalpa, al norte de Nicaragua.

"Nuestro Centro Pastoral Diocesano 'La Cartuja' fue allanado por un grupo de hombres encapuchados y armados con machetes. Estos entraron de manera violenta, llevándose muchos objetos de valor", declaró la diócesis de Matagalpa.

Esta diócesis es dirigida por el obispo Rolando Álvarez, uno de los personajes que ha tomado mayor notoriedad en medio de la crisis, debido a sus recurrentes intervenciones ante las "fuerzas combinadas" del Gobierno, para evitar la muerte de manifestantes al norte de Nicaragua, y por dirigir el diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica para superar la crisis.

"Este acto bochornoso lastima la persona de nuestro pastor (Álvarez)", advirtió la diócesis.

Una acción similar fue denunciada en la ciudad de León (occidente) a inicios de junio, y varios sacerdotes y obispos nicaragüenses gozan de medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ya que sus vidas corren peligro por amenazas de muerte.

Asimismo, la sede católica solicitó a las autoridades "darle seguimiento" al caso, e hizo "un llamado urgente a la paz", y al cese de la violencia.

En Nicaragua, la religión católica es la más seguida, ya que un 58,5 por ciento de la población dice profesarla.

Desde el 18 de abril pasado Nicaragua lleva sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.