El escritor mexicano Fernando del Paso no tuvo fácil encontrar la corbata con los colores de la bandera española que lució hoy en la ceremonia en la que recogió el Premio Cervantes de manos del rey, un galardón que, dijo el monarca, pertenece también a su mujer, Socorro.

Ése fue el guiño que Felipe VI realizó a la esposa del flamante Premio Cervantes, quien asistió junto con una veintena de familiares a la ceremonia de entrega del premio, celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, localidad próxima a Madrid, donde nació el autor del Quijote.

Los hijos y nietos del escritor, además de su pequeña biznieta Cora, asistieron emocionados, incluso a veces con lágrimas, a las palabras que Del Paso pronunció en la solemne ceremonia.

Más relajados en el cóctel posterior, Del Paso y su mujer, ambos en silla de ruedas, posaron con sus familiares y los reyes para las fotos.

"Es verdad lo que ha dicho el rey, siempre me ha apoyado, toda la vida", insistió el galardonado en referencia a su mujer.

La pequeña Cora fue el centro de atención en los primeros momentos del cóctel, especialmente cuando la reina Letizia la cogió en brazos.

Como relató Fernando del Paso a la reina, había escrito él sólo el discurso, sin que nadie se lo corrigiera, una alocución que había estado ensayando por la dificultad que tiene para hablar, debido al infarto cerebral que sufrió hace tres años.

Socorro explicó, a preguntas de los periodistas, el trabajo que les había costado encontrar una corbata a rayas rojas y amarillas para que la luciera su marido en la ceremonia de hoy, y que finalmente adquirió un familiar en Estados Unidos.

Orgulloso, el escritor mexicano dijo llevar hoy a España "en el pecho", y declaró que se sentía emocionado "desde hace varios meses", desde que supo que había ganado el Premio Cervantes.

Tras los actos a los que asistió estos días en Madrid, aseguró que además de "contento, halagado y honrado", se sentía "cansado".

Tras estos días ajetreados, Del Paso regresará el próximo miércoles a México.