Deja el futbol para ser gamer profesional

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Deja el futbol para ser gamer profesional

Wendell Lira, quien ganó el premio Puskas en 2015, buscará ganar el campeonato mundial de FIFA a través del mundo virtual

Wendell Lira era un completo desconocido en el mundo del futbol hasta que anoto en 2015 un gol con su club Goianésia, de la segunda división brasileña, que lo llevaría a ganar el premio Puskas de la FIFA, reconocimiento al mejor gol del año. El joven  de 26 años que ganaba 1.300 dólares al mes le arrebató el premio a jugadores como Messi y Florenzi.

Este hecho podría hacernos pensar que la carrera futbolística de Lira daría un salto hacia delante, pero lo cierto es que no fue así. A pesar de jugar con el equipo de segunda división, Lira compaginaba el futbol con el trabajo en una cafetería junto a su madre, ya que solo con el balompié no podía hacer realidad su sueño, comprarse una casa. Y es que el salario en las divisiones inferiores no alcanza para vivir como uno quisera, por lo que muchos tienen que buscarse otro empleo.

Ahora, tras varias lesiones que no pudo superar y cansado de un ambiente turbio que se vive en el futbol, ha decicido retirarse para dedicarse a ser gamer profesional. El joven brasileño vio la gran oportrunidad luego de ganar 6-1 en un partido de FIFA a Abdulaziz Alshehri, campeón del mundo del simulador de EA Sports.

"Fue gracioso porque yo estaba en la ceremonia y la organización me invitó a jugar contra él. -No voy a jugar, el tipo es demasiado bueno- pensé. Pero luego, me dijeron que Messi y Neymar se habían negado y que estaría bien. Tenía miedo, pero de pronto comenzó el partido e hice el 4-0. Él me marcó, pero finalmente le gané por 6-1. Mi sueño ahora es convertirme en el Campeón del Mundo de FIFA, me dedico a conseguir ese título" comentó Lira.

Su intención después de esto es abrir su propio canal de YouTube para que la gente pueda ver su progreso. 
El futbol profesional no le dio a Lira lo que buscaba, quiza ahora en el mundo virtual de EA Sports pueda darle una mejor vida y ayudarle a conseguir lo que el deporte real le negó, comprarse una casa.