‘Deidades menores’: Retorno a una infancia fantástica

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‘Deidades menores’: Retorno a una infancia fantástica

Fotos: Especial
La novela de Francisco Haghenbeck, ganadora del Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero toma inspiración de su biografía para contar una historia donde explora el concepto de la divinidad

Raymundo creció en Villa Sola. El lugar no se llama así, pero la bautizó de tal manera por estar tan lejos de todo y todos. Querido pero incomprendido en una familia donde su gusto por la lectura y al fantasía no encajaba se refugiaba en historias que lo transportaban a otras partes.

Su vida, usualmente tranquila más allá de sus aventuras imaginarias, cambia cuando un grupo de extraños llega al pueblo y se instala con intenciones que él intuye sospechosas y poco a poco irá descubriendo quiénes son.

Francisco Haghenbeck en “Deidades menores” (Océano, 2019) presenta a través de este personaje, un avatar de su propia infancia, una novela donde explora la memoria, la divinidad y los lazos familiares, y toma inspiración de los autores con los que creció.

En entrevista con VANGUARDIA el autor explicó que “es un libro con muchas influencias de mi vida personal, que crecí en un pequeño pueblo, todo lo que hoy se conserva, pero también plasmé algunas de mis obsesiones, que es el concepto de la divinidad, de ser dioses”.

Haghenbeck, guionista y también autor de cómics y novelas gráficas como “Un mexicano en cada hijo te dio” colabora en esta publicación con el ilustrador Patricio Betteo, quien con sus trazos recrea a modo de historieta algunas de las escenas de las aventuras de Ray entre las páginas del libro.

“La idea es de un escritor que comienza a recordar su infancia cuando él cree que conoció a unos dioses. Sirve como pretexto para preguntarnos cuestiones importantes sobre qué vuelve a una persona humano o porqué existirían los dioses o qué tanto el humano es un dios”, comentó el escritor.

“Es un juego de una metáfora sobre cuál es nuestro lugar. Es un libro de crecimiento, un libro en el que un joven busca su lugar en el mundo”, dijo y agregó que, al tratarse de una historia contada en retrospectiva no se sabe si lo que sucedió fue real o no sólo parte de la imaginación del niño porque lo que también es “un juego sobre la memoria, sobre cómo a veces la memoria nos juega malas pasadas. Es algo muy real pero con pequeño rasgos de fantasía”.

Francisco señaló que este libro hace celebra a dos autores en particular que lo acompañaron en su crecimiento.

“Yo creo que es un libro homenaje a dos autores con los que yo crecí de joven, que es Ray Bradbury, incluso por eso el personaje de Raymundo se llama así, y Stephen King, que yo creo que más allá de lo que ha escrito es un autor que ha sabido plasmar las tipologías de las ciudades del siglo 20 en Estados Unidos”, dijo.

Aseguró que aunque el libro toma distancia de lo que ha escrito en cuanto a estilo retiene ciertos elementos clave de su obra.

“Todo el libro es una exploración, es un estilo distinto a lo que yo he hecho. Incluso se siente distinto, se paladea distinto, pero creo que también es una exploración a temas que se asocian conmigo; hay un asesinato, hay que resolver ese asesinato, hay una misterio, de dónde vienen estos viejos, hay una parte paranormal. Es la unión de varios estilos de mis libros “pero en algo más personal”, comentó.

Contada en dos tiempos, el presente del adulto y el pasado del niño, “Deidades Menores” aborda también la manera en cómo el pensamiento de una persona cambia con la edad y qué es lo que permanece a través de los años.

Multidisciplinario. El autor también es guionista, autor de cómics y novelas gráficas.

“Son dos personajes, el joven y el grande. A lo mejor tiene muchas influencias de mí mismo pero es una persona que le gustaba mucho leer de joven, que vivió en un pueblito y que hoy en día ya es un escritor”, expresó.

El autor también comentó que encuentra paralelos con la literatura juvenil, por los temas y el tratamiento que le da la narrativa, género del cual se considera fan.

“Soy un gran lector y soy un gran consumidor de literatura juvenil, es más creo que hay grandes cosas ahorita, no nada más en el mundo sino en México, tenemos maravillosos escritores como Antonio Malpica, Jaime Alfonso Sandoval, Juan Inés Reza, muy muy padres prosas, Andrés Acosta”, concluyó.

A pesar de estas similitudes con este tipo de creaciones literaria el libro ganó el Premio Bellas Artes de Novela “José Rubén Romero” y actualmente se distribuye en las principales librerías del país a través de la editorial Océano, además de por internet.