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Defiende Riquelme a regidores de Torreón que busca expulsar el PAN
Torreón, Coahuila.- Ante las declaraciones del dirigente estatal del PAN, de expulsar de ese instituto político a dos regidores panistas, presuntamente por no acatar la línea que les marca, el alcalde Miguel Riquelme dijo que la misión de cualquier partido político es la de sumar, no de restar.
“Sin temor a equivocarme, los regidores de Acción Nacional en el Ayuntamiento de Torreón, son gente de buena lid, han luchado por la ciudad, los intereses partidistas no caben en el cuerpo de regidores y síndicos”, expresó el munícipe.
Manifestó que le llama la atención que el dirigente estatal del PAN, Bernardo González, diga va a echar de su partido a los regidores Ignacio Corona y Verónica Soto, porque han aprobado la cuenta pública del municipio.
Son dos regidores valiosos que cualquier partido les abriría las puertas, trabajan mucho en sus respectivas comisiones, tanto Ignacio Corona en temas del agua como Verónica Soto en cultura, puntualizó.
La justificación que se proporciona para correrlos del PAN es lamentable, y aunque es un asunto interno de su partido, dicen que es porque han apoyado grandes decisiones del Ayuntamiento.
El trasfondo de los señalamientos directos a estos regidores, se origina en problemas internos de su partido, pero Riquelme dice opina por alusiones que el dirigente estatal del PAN hace hacía su persona.
Lo preocupante del señalamiento del dirigente panista es que atribuye a los dos regidores que le aprueban y le consienten cosas al alcalde, como si recibieran instrucciones para oponerse a proyectos que son para el bien de la ciudadanía.
Los regidores de oposición han hecho su labor, al sobreponer los intereses del Ayuntamiento de Torreón, por encima del partido al que pertenecen.
No se entiende la actitud de Bernardo González, porque entre más regidores tengan, más representatividad tiene su partido en la ciudadanía, pero si los dejan sueltos, ellos sabrán.
Finalmente Riquelme dijo que la intención de expulsar a Ignacio Corona y Verónica Soto, evidencia la división de un panismo resquebrajado que no protege a su militancia ni cubre las expectativas que debe dar a un representante popular.