Deficiencia de vitamina D podría aumentar el riesgo de morir por COVID-19

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Deficiencia de vitamina D podría aumentar el riesgo de morir por COVID-19

Foto: Freepik
Un estudio, pendiente de ser aprobado por la comunidad científica, revisó los niveles de vitamina D en 20 países europeos y los comparó con los casos de contagio y de muerte por coronavirus.

Un estudio realizado por científicos de la Queen Elizabeth Hospital Foundation Trust y de la Universidad de East Anglia encontró que la vitamina D podría estar relacionada con las probabilidades de morir por COVID-19.

La investigación de Petre Cristian Ilie, Simina Stefanescu y Lee Smith se encuentra en proceso de revisión de pares y como sus resultados aún son preliminares no se pueden realizar recomendaciones a toda la población. En ella, revisaron los estudios y compararon los niveles de vitamina D de 20 países de Europa con los casos positivos y muertes por coronavirus. 

“En conclusión, encontramos una relación significativa entre los niveles de vitamina D y el número de casos de COVID-19 y la mortalidad causada por esta infección. El grupo más vulnerable de población al COVID-19 también es el que tiene el mayor déficit.

“Ya se ha mostrado que la vitamina D puede proteger contra infecciones respiratorias severas y ha demostrado ser segura. Creemos que podemos sugerir suplementos de vitamina D para proteger contra la infección por COVID-19”, explicaron en el documento.

Sin embargo, los investigadores aún tienen sus dudas sobre el papel que una sola vitamina puede tener en el desarrollo de la enfermedad, pues debe haber otros factores, muchos de ellos relacionados con el estilo de vida del paciente. Además, varios estudios han evidenciado que los suplementos no son tan efectivos y pueden traer consecuencias a la salud como incrementar el riesgo de sufrir un problema cardíaco o cáncer.

Tanto la Organización Mundial de la Salud como otros expertos han señalado que, efectivamente, la vitamina D puede disminuir el riesgo de gripe, tuberculosis y asma infantil. Una investigación de 25 ensayos clínicos fue la primera prueba de esta relación, de acuerdo a la revista British Medical Journal.

¿Dónde se encuentra la vitamina D?

El ser humano tiene dos formas de obtenerla: con la alimentación o por la exposición al sol. Está en alimentos como el hígado, los huevos, pescados azules (el atún, salmón y la caballa), el queso, algunos hongos y la leche, ya sea en su variedad de vaca o vegetal.

La piel también es capaz de producirla cuando una forma de colesterol reacciona con los rayos ultravioleta. Se recomienda exponerse al sol por lo menos 10 minutos al día.

También ayuda en el proceso de absorción de calcio, fortifica los huesos, disminuye el riesgo de deformaciones y enfermedades como la osteoporosis y la pérdida de minerales en mujeres después de la menopausia. Así como tiene un papel en las funciones del metabolismo.

Otras vitaminas que podrían ayudar son las que fortalecen el sistema inmunológico, como la A, E, B2, B3, B6 y minerales como el zinc y el selenio. Otros investigadores también están interesados en revisar el papel de la B12 en esta enfermedad.