A pesar de ser una de las vialidades más transitadas e icónicas de la ciudad, la calle Victoria presenta desperfectos que pueden llegar a causar una tragedia.

A lo largo de la arteriahay cables expuestos en la mayoría de las instalaciones eléctricas, arriesgando al transeúnte a sufrir un accidente que podría ser de fatales consecuencias.

Caminando por ambas aceras, los peatones pueden toparse con cables salidos de las estructuras que en un principio estaban resguardados con tapas plásticas, pero que con el paso del tiempo se han quebrado o han sido destruidos.

Fue en 2008 cuando el Gobierno del Estado y Municipio decidieron transformar la principal calle del Centro Histórico de Saltillo.

Una de las tareas principales era la subterranización de servicios, lo que implicaba que los cientos de cables de electricidad fueran colocados bajo tierra, tarea para la cual se invirtieron 42 millones de pesos.

Hoy, a 10 años de distancia, los cables ya no cuelgan de postes, pero sí salen de instalaciones colocadas al ras del suelo, lo que además de afear el panorama representan un serio peligro.

En 2012 y a propuesta del entonces alcalde Jericó Abramo, anunció que la vialidad sería peatonal, proyecto que no aterrizó por la oposición de los comerciantes.

En la vialidad, además de los cables puede verse suciedad generada por ciudadanos que acostumbran consumir alimentos o bebidas mientras caminan, lo que ha causado que el suelo luzca repleto de chicles y manchas de tamaño considerable que afean el piso.

Antes de su remodelación, en 2008, la calle Victoria contaba con parquímetros en la parte norte.
Desde entonces, el Municipio ha perdido miles de pesos al no sustituir el equipo de cobro a los automovilistas.

La vialidad fue escenario, por varios años, del evento cultural “La calle cobra vida”. Con la llegada de la administración de Isidro López, el evento fue trasladado a la Alameda Zaragoza.