El Festival de San Sebastián entró hoy en su recta final con la esperada "Pastoral Americana", el ambicioso debut en la dirección del actor escocés Ewan Mcgregor que, según la crítica del certamen, no logra hacer justicia a la obra maestra de Philip Roth.

El actor de "Trainspotting" y "Moulin Rouge", que hace cuatro años se convirtió en la estrella más joven galardonada con el Premio Donostia, se había comprometido a protagonizar el proyecto mucho antes de lanzarse a dirigirlo. Por eso, cuando le llegó la oportunidad, no sintió la necesidad de "despedirse" a sí mismo del proyecto.

"Quería que esta película se hiciera porque durante tres años o más soñaba con interpretar al Sueco (...) y no quería dejarlo escapar como sucede con otros proyectos que no llegan a hacerse realidad", dijo McGregor en una abarrotada rueda de prensa. Y aunque contó que nunca se reunió con Roth, el veterano escritor sí les envió un mensaje de agradecimiento tras ver la película.

En "Pastoral Americana", que fue distinguida con el Pulitzer, McGregor da vida al "Sueco" Levov, una legendaria estrella del deporte convertido en empresario de éxito y casado con una ex reina de la belleza a la que da vida la ganadora de un Oscar Jennifer Connelly ("A Beautiful Mind"). Su vida perfecta se completa cuando nace la pequeña y algo tartamuda Merry.

Sin embargo, la agitación social de los años 60 hace explotar las vidas de esta familia que encarnaba el ideal del sueño americano cuando la encantadora Merry es sospechosa de haber colocado una bomba. Tras su desaparición, e incapaz de afrontar la realidad, el Sueco se dedica en cuerpo y alma a buscarla mientras su matrimonio y su vida de cuento se van demoronando.

"He tenido suerte de trabajar con muchos cineastas talentosos de los que aprendí lo que quería hacer y, siendo sincero, también lo que no", contó McGregor preguntado por sus referentes tras las cámaras, entre los que destacó a Danny Boyle, Woody Allen y Roman Polanski. "Pero importante es que no hay una manera correcta de dirigir", añadió. Y en su caso, él da preferencia a la parte actoral frente a los artificios de cámara.

Así, McGregor realiza una adaptación fiel de la novela de Roth, que diez años atrás dio su bendición al guión, y lo hace desde una aproximación academicista que culmina en una película de factura correcta, pero que no logró arrebatar a la crítica. Algo que por otro lado, también ocurrió en anteriores adaptaciones de la obra de Roth, entre otras la "Elegy" de Isabel Coixet.

El actor, que como padre de cuatro hijas sentía una clara conexión con el protagonista de la película, habló también sobre el reciente rodaje de la secuela de "Trainspotting", la película con la que saltó a la fama. "Fue como volver a casa", contó sonriente. "Echaba mucho de menos volver a trabajar con Danny Boyle, siempre he sentido que sacaba lo mejor de mí como actor.”