El grupo Debademba llegó al Festival Internacional Cervantino (FIC) para demostrar, con sus ritmos africanos fusionados con géneros como el rock, el flamenco y el blues, que "la música une a todo el mundo"

La agrupación, afincada en París y compuesta por el guitarrista Abdoulaye Traoré y el vocalista Mohamed Diaby, se presentó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.

Sus canciones tocan todo los aspectos que les conmueven, y hablan de "África, el mundo, el amor, la paz, la esperanza y el hambre", ejemplifica en rueda de prensa el vocalista nacido en Mali.

Por la fusión que ellos mismos desarrollan con su trabajo, ven con "orgullo" que en la música de otras partes del mundo se plasmen cada vez más las influencias africanas, como ya hacía, por ejemplo, Paco de Lucía, que incluía en sus temas sonidos provenientes de este continente, mencionó Traoré.

La música "es para todo el mundo, no existe el racismo, no hay fronteras", apuntó el guitarrista.

Un mensaje que propagan también con el nombre del grupo, que significa "la gran familia".

Respecto al avance de la extrema derecha en Europa y en concreto en el país en el que residen, Francia, Diaby guarda la esperanza de que este sector que "divide" a los ciudadanos "pierda terreno".

"Nuestro mundo está cada vez más globalizado (...), todos los países no pueden avanzar si no es con los otros", continúa el guitarrista de Burkina Faso.

Asimismo, expresaron su preocupación por la situación de la infancia en África y dijeron tener muy presente el concepto detrás de la palabra "touma", que da nombre a uno de sus temas y significa "cada cosa a su tiempo".

"Espera tu turno, que Dios no olvida a nadie", sintetiza el guitarrista.

Su espectáculo en Guanajuato, avanzan, será "grande" y con él darán las gracias al pueblo mexicano por su acogida.

"Sé que en México hay grandes bailarines y bailarinas, les esperamos", dijo Traoré.