Debacle del chavismo acentúa la crisis de la izquierda en América Latina

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Debacle del chavismo acentúa la crisis de la izquierda en América Latina

Lilian Tintori (i), esposa del líder opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, levanta la mano de Enrique Marquez, miembro del comité ejecutivo del comando de campaña y diputado electo (d). Foto EFE
Venezue, gran impulsor en la última década del "socialismo del siglo XXI" en América Latina, está sumido desde hace tiempo en una dura crisis económica.

¿Se avecina un giro político en América Latina? La inédita derrota del chavismo en las elecciones legislativas de Venezuela alimentó hoy la impresión de que la región podría estar al comienzo de un nuevo ciclo con la crisis de los proyectos afines al llamado "socialismo del siglo XXI".

Los cambios en Argentina y ahora en Venezuela muestran en efecto una nueva tendencia en el continente, consideran algunos observadores.

"La contundente derrota del chavismo y el triunfo de Macri reflejan un deseo de cambio en la región y el rechazo a gobiernos que están trabajando mal", dijo a la agencia dpa el analista Michael Shifter, del think tank de Washington "Diálogo Interamericano".

"Es posible" que América Latina esté haciendo frente a un cambio de ciclo, consideró por su parte el ex presidente español Felipe González. "La gente quiere un cambio para probar una vía de salida distinta", más allá "del color político", dijo González en declaraciones a una radio española.

A la victoria con la que el conservador Mauricio Macri puso fin hace dos semanas a 12 años de kirchnerismo se le sumó este domingo la debacle del chavismo, que perdió tras 17 años su mayoría en la Asamblea Nacional en Caracas. La derrota es la más grave que han sufrido los socialistas venezolanos en las urnas desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.

El país sudamericano, gran impulsor en la última década del "socialismo del siglo XXI" en América Latina, está sumido desde hace tiempo en una dura crisis económica, castigado por una inflación galopante y problemas alarmantes de desabastecimiento.

El líder opositor venezolano, excandidato presidencial y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles (c). Foto EFE

Macri ya dejó claro que su gobierno no apoyará al chavismo como lo hizo su predecesora, Cristina Fernández de Kirchner, y que llevará sus críticas a Caracas incluso a foros regionales. Argentina, la tercera economía latinoamericana, podría ser una pieza clave para cambiar el equilibrio ideológico regional.

Países más cercanos a la economía de mercado como México, Colombia, Chile o Perú se han mantenido hasta ahora siempre al margen de las frecuentes críticas internacionales a Venezuela por los arrestos de opositores políticos.

Y con Brasil, también el buque insignia del otro gran proyecto de izquierda en América Latina amenaza con derrumbarse. La presidenta Dilma Rousseff está acosada desde hace meses por escándalos de corrupción y afronta a un pedido de destitución en el Parlamento. Aunque es posible que Rousseff no sea defenestrada por esa vía, su capital político parece dilapidado.

Shifter, sin embargo, cree que es muy temprano para hablar de una nueva era conservadora en la región. "No hay evidencias de que los latinoamericanos esté desplazándose de la izquierda a la derecha", comentó. Por ahora "sólo están rechazando a gobiernos con políticas que no funcionan y que no producen resultados", dijo a dpa.

Pese a la crisis en Venezuela y los problemas de Ecuador por los precios del petróleo, otros gobiernos como los de Bolivia o Nicaragua están sólidos, consideró Shifter.

Las reacciones de hoy, sin embargo, dejaron entrever que en esos países también hay preocupación por el terremoto político en Caracas.

"Los resultados (en Venezuela) deben convocar una profunda reflexión", dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, uno de los líderes de izquierda más emblemáticos en el continente.

En Nicaragua, el diputado oficialista Jacinto Suárez intentó por su parte apaciguar el temor de que el cambio en Venezuela pueda afectar el suministro de petróleo a su país.

"Los convenios siguen en pie, no han sido derogados y se puede seguir trabajando con Venezuela en las nuevas condiciones", aseguró Suárez. El apoyo con el suministro barato de crudo a sus aliados ha sido en los últimos años uno de los pilares de la influencia del chavismo en la región.

El principal aliado de Maduro, Cuba, comentó los resultados de forma mucho más escueta. "Estoy seguro de que vendrán nuevas victorias de la Revolución bolivariana y chavista bajo tu dirección", escribió el presidente Raúl Castro a Maduro en una brevísima misiva.

"Estaremos siempre junto a ustedes", aseguró Castro en la carta publicada en el diario "Granma". Cuba es altamente dependiente del suministro en condiciones ventajosas de crudo venezolano desde hace años. Se estima que la isla socialista recibe hasta 100.000 barriles de petróleo al día de Venezuela a cambio del trabajo de miles de cooperantes médicos y asesores cubanos en el país sudamericano.

Pero el gobierno de Raúl Castro trabaja también desde hace tiempo por mitigar la dependencia y sacar a flote su economía por propio pie. Desde hace casi exactamente un año lo hace incluso con el giro más importante de la política cubana en más de medio siglo: el acercamiento a su viejo enemigo ideológico, Estados Unidos.