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‘DEA siempre ha querido vengarse de la Sedena’: Morales Lechuga
CDMX.- Una venganza de la DEA, su relación tirante con el Ejército mexicano, un procurador de Estados Unidos con investigaciones basadas en indicios y los casos de Enrique Camarena y de Humberto Álvarez Machain; todo esto rodea el caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda, consideró el extitular de la entonces PGR, Ignacio Morales Lechuga.
Al impartir la conferencia virtual Reflexiones sobre el enjuiciamiento del general Salvador Cienfuegos, ante integrantes de la organización Mexicanos por México (MXM), el abogado aseguró que desde los hechos ocurridos en el rancho El Búfalo, en 1984, y la muerte del agente Camarena, la DEA siempre había tenido la intención de cobrar venganza contra las Fuerzas Armadas, especialmente con el Ejército.
Recuerda que la DEA acusó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de cuidar el rancho El Búfalo, del capo Rafael Caro Quintero, donde se sembraban hectáreas de marihuana, por lo que decidió años después trabajar mejor con la Marina.
Morales Lechuga recordó que el actual procurador de Estados Unidos, William Barr, ocupaba el mismo cargo cuando él estuvo
como procurador general.
“Me reuní con el procurador americano, William Bar, con el jefe del FBI, William Sessions, y con el director de la DEA, Robert Bonner, y me solicitaron que México extraditara a Manuel Bartlett, Enrique Álvarez del Castillo y a Juan Arévalo, a quienes culparon de ser los autores intelectuales del asesinato de Camarena, pero no tenían pruebas.
“Esto lo comento porque el procurador Barr es muy dado a armar expedientes con indicios, ni si quiera con pruebas y evidencias, sino con indicios, como los que se han comentado ahora de mensajes de BlackBerry, llamadas telefónicas, pero que muchas veces no tienen sustento”.