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De pandillero y ex convicto a sacerdote; se ordena en el Penal de Apodaca, NL
De pandillero y ex interno del Penal del Topo Chico, el joven diácono Gabriel Everardo Zul Mejía se ordenó, éste viernes, en el interior de un centro penitenciario.
El suceso inédito en el país en un Centro de Readaptación se efectuó en el Penal de Apodaca y estuvo encabezado por el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López.
Zul Mejía creció en una colonia conflictiva en donde anduvo en pandillas y hasta fue a dar a prisión, pero fue precisamente en su tiempo en la cárcel en donde conoció la Misericordia de Dios.
Tras 10 años de formación, finalmente recibió su ordenación sacerdotal, lo que llena de orgullo a sus seres queridos.
“Esos días (en el Penal) me sirvieron para encontrarme conmigo, valorar cosas que me brindaron mis padres, pero si no hubiera estado en ese momento, no hubiera encontrado la vocación en la cual Dios me ha consagrado en este día”, citó.
Cabrera López le pidió que como nuevo ministro de la iglesia vea con esperanza.
“Y tener un amor incondicional no prejuiciado y celebrar con gozo la eucaristía”, le dijo.
En la ceremonia estuvieron los padres del joven, Andrés Zul Belmares y Magdalena Mejía Bernal, quienes fueron testigos de cómo su hijo tuvo malos momentos, pero ahora se consagra a Dios.
Por su parte, el subdirector del Penal, Moisés Ramírez subrayó la importancia de la reconstrucción del tejido social y mencionó que es una de las prioridades del gobierno estatal.
Además de que calificó el acontecimiento como histórico en el país.
“Marca una historia, la historia del catolicismo en México y aparte del sistema penitenciario en Nuevo León”, comentó.