ESTIMADA ANA:

Siempre fui muy tímida, desde niña recuerdo que mis primas reían, jugaban, hacían bromas en todo momento y yo solo las veía, me divertían pero nunca fui como ellas. De adolecente igual, vi a todas mis amigas de la secundaria tener un novio, terminar y tener otro, sin que eso les causara ningún conflicto.

Pero también me fui dando cuenta que a pesar de que ya estaba en preparatoria y después estudiando la carrera, cada vez era más complicado para mí platicar con los muchachos, específicamente.

Era muy complicado entablar una conversación aunque se tratara de cosas de la escuela, porque cosas personales jamás. Por lo mismo, veo que no les intereso, como que perdieron interés en mi, ni siquiera para algún proyecto o tarea, pues simplemente no me incluyen en los equipos. Cuando ha llegado a ocurrir, que realmente han sido contadas las ocasiones, me pongo demasiado nerviosa y prefiero retirarme lo más pronto posible y cuando me quedo, lo hago de una forma que termina alejándolos y después de un tiempo, si me buscan de nuevo, soy yo la que nuevamente decide alejarse.

Algo muy importante que no le comenté al principio, es que creo que parte de mis actitudes de la infancia y adolescencia se debieron a que los niños del salón me acosaban y molestaban porque tenía sobrepeso, era llenita y eso me hacía sentir muy mal, insegura y con muchos traumas.

Hoy, aunque mi físico es otro pues adelgacé y comencé a hacer ejercicio hace algún tiempo, me doy cuenta que soy atractiva, que los hombres voltean a verme, pero me cuesta superar esa situación y no puedo socializar como realmente me gustaría.

Siempre pienso en forma negativa, pienso, seguramente no te va a corresponder, ni te hagas ilusiones… cosas por el estilo. ¿Cómo puedo hacer para cambiar eso? Quiero cambiar mi forma de pensar pero siempre regreso a donde mismo, gracias por sus consejos.

Nadia
 
ESTIMADA NADIA:

Debes de comenzar a creer en ti, a creer que eres una mujer hermosa (no solo físicamente), inteligente y capaz de tener una relación con alguien del sexo opuesto sin que eso te cause conflicto, sin que sea motivo para irte y dejar todo atrás.

Y claro, definitivo que hay cierto problema de autoestima que debes de trabajar poco a poco y con ayuda profesional, pues sin duda aquellos años de tu infancia y adolescencia sí dejaron un daño en ti que tienes que superar lo más pronto posible, por tu bien.

Tener una vida social, en la que no cueste trabajo relacionarte, así como entablar una conversación con alguien del sexo opuesto no tendría por qué ser complicado, al contrario, los humanos somos sociables por naturaleza, nos gusta pertenecer a un grupo y convivir, pues eso es lo que a diario da sentido a nuestros días.

Hoy en día ya tienes muchas cosas a tu favor, ya no es como aquellos años, ahora has madurado, has crecido como persona y además tu físico te hace sentir mejor, no dejes que todo aquello que viviste opaque tu presente y no te deje vivir feliz. Recuerda que, como dice una frase que alguna vez leí por ahí: “La vida está llena de retos y experiencias. La vida no es triste ni alegre, es como nosotros decidimos que sea. Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar. Hoy es la última oportunidad de vivir intensamente. Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad”.

ANA

Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  
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