Los políticos de México no conocen el significado de la austeridad ni de la vergüenza, de la moralidad y menos de la dignidad. Ellos llegan a la administración pública para hacerse de la mayor riqueza posible, sin contención alguna.

En diciembre ya es tradicional que año tras año se nos informe del dispendio y la rapacidad de que hacen gala los diputados federales y los senadores.

Antes de irse de vacaciones, este año los diputados federales se regalaron 75 millones de pesos, agregados a su salario. El auto obsequio lo denominaron “apoyos a personal”, aunque existen al menos tres rubros para el mismo concepto.

Cada diputado tiene un sueldo mensual de 148 mil 325 pesos, mientras que cerca de ocho millones de trabajadores compatriotas apenas recibieron dos mil 264 pesos al mes (Inegi, mayo 2016). Según este Instituto, el número de mexicanos que se agrega a este rango crece y crece, como en Coahuila, decenas de miles de empleos, con sueldos de hambre (orgullo de Rubén Moreira). Los ingresos decembrinos que estos trabajadores perciben apenas llegan a los cinco mil 115 pesos mientras que los de los diputados pueden llegar a casi medio millón de pesos por los distintos rubros.

El partido Morena expresó que no aceptaría el bono navideño de 150 mil pesos, porque es un insulto a  los mexicanos ya que los legisladores tienen un salario y otras prebendas y que ante la grave situación económica que vive este País, es un insulto a los más de 55 millones de mexicanos que viven en la pobreza. Eso declararon los 36 diputados de ese partido al negarse a recibir recursos que están fuera de la ley. Lo mismo manifestaron un diputado del partido Movimiento Ciudadano y Manuel Clouthier, candidato independiente; en cambio, los coordinadores del PRI y del PAN se dijeron absolutamente merecedores de esos miles de pesos.

Pero además, los legisladores recibieron canastillas con champán, whisky y otras bebidas de las mejores marcas internacionales, se ve que los necesitan.
Generalmente en estas fechas surgen los escándalos de los pagos excesivos para legisladores y funcionarios, pero también los consejeros del INE, los ministros de la Suprema Corte y toda la clase política se ven recompensados excesivamente por su “trabajo” que en la mayoría de los casos deja mucho que desear.

Es claro que desviar los recursos financieros, materiales y humanos que son para realizar determinadas tareas y programas públicos y para alcanzar ciertos objetivos, sociales y políticos constituye una falta grave.

POSDATA
1. Esta semana, a los 62 años de edad partió hacia la luz Betsy Pecanins, una méxico-norteamericana excepcional, cantante de blues que amó a este País y sus pueblos originarios con su música. 

2. La cobarde agresión en contra de la senadora Ana Gabriela Guevara no se ve que vaya a ser castigada como merece. Ella sigue siendo ofendida a través de las redes sociales con amenazas, burlas y escarnios. No basta condenar, las instituciones de Justicia deberían de actuar rápidamente, mas no se ve que entran prisa. Impunidad NO.