La primera columna del 2021 estuvo dedicada al fin de una era con el fallecimiento a fines del mes de diciembre de una leyenda de la música en español como el maestro Armando Manzanero.

Por desgracia, apenas había pasado un mes, volvieron a darse un par de muertes no menos lamentables de otras leyendas de la música de origen latino como sucedió con el virtuoso jazzista Chick Corea el pasado 9 de febrero a los 79 años de edad a causa del cáncer, a principios de esta misma semana, como bien se informó en estos espacios, del salsero y maestro de la música cubana de origen dominicano Johnny Pacheco, vio su última luz el lunes 15 a los 85 años de edad a unos días de haber sido hospitalizado por una neumonía.

Y así como sucedió con el maestro Manzanero en lo relacionado a los boleros y la música romántica, las muertes de Corea y Pacheco representan por su cuenta el fin de otra era, por un lado la de Corea de uno de los pioneros del jazz fusionado cuya carrera comenzó con el pie derecho como parte de la agrupación que encabezaba un grande del género como el afroamericano Miles Davis a finales de los años 60 para a partir de los 70, y ya por cuenta propia, hacer duetos y fusiones con artistas que le valieron obtener un total de 23 premios Grammy a partir del año de 1976 y siendo el último tan reciente como el año pasado al Mejor Álbum de Jazz Latino titulado “Antídoto”.

Pacheco no se queda atrás, ya que para no ir tan lejos, y aunque de origen dominicano como comentábamos anteriormente, cruzó fronteras primero geográficas de su natal República Dominicana a la ciudad de Nueva York junto a su familia siendo un niño , pero después de haberse formado musicalmente en le prestigiada escuela de música Julliard de aquella ciudad, aplicó todos los conocimientos adquiridos particularmente en el género dentro del cual hizo historia como uno de los padres de la salsa a partir de que en los años 50 inicia su carrera musical como líder de la agrupación “Pacheco y su Charanga” para con el tiempo grabar más de 150 composiciones que lo reunieron con leyendas del género como Tito Puente y Celia Cruz, entre muchos otros más.

El gran consuelo que comentamos en su momento nos deja el talento que nos legaron en vida todos estos grandes es precisamente su música, y más si después de que la edición de los premios Grammy que se pospuso de su fecha original del 31 de enero pasado debido a la pandemia, el hecho de que la primera premiación “importante” en su caso de música latina como los premios “Los Nuestro” que se llevaron a cabo la noche de ayer en Miami, Florida, y entre los máximos “atractivos” musicales que se llenaban la boca por promover con nombres que van de Chiquis Rivera a Gloria Trevi, no hay lugar a duda de que lo peor que podía pasarnos en medio de la pandemia del COVID y las tragedias de cambios climáticos en nuestros días es que esto sea la decadencia en lo que ha caído la música latina actual.

Lo más triste es que si Don Armando Manzanero, todavía en vida, pudo hacer duetos memorables de sus interpretaciones con algunos de los pocos cantantes mexicanos o hispanos como Joy Huerta, Reik o Pablo Albarrán, entre otros, al otorgarle un más que merecido premio por trayectoria en el escenario de los premios Billboard de la música latina 2020, el hecho de que se haya ido físicamente y de dichos premios fue lo más rescatable, ¿quién podrá defendernos ante aberraciones como “Lo Nuestro”?

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