Pese a la tercera ola de COVID-19 en el país, los mercaditos de Saltillo como el de Mirasierra y la Guayulera han regresado a la normalidad dejando de lado la sana distancia y las medidas de bioseguridad como los filtros sanitizantes en la entrada de estos espacios de comercio ambulante.

En el caso del mercado ubicado en la colonia Mirasierra, aún permanecen lonas en los puestos que advierten sobre el uso obligatorio del cubrebocas para acceder al interior, ya sea para consumir alimentos o bien, para comprar alguna prenda u objeto.

CON ESCASA VIGILANCIA

Sin embargo, los Vigilantes de la Salud que anteriormente se observaban a lo largo de los pasillos son escasos, mientras que la distancia entre cada uno de los puestos de los oferentes ya no es una delimitante de prevención como se estableció en 2020 por parte del Subcomité COVID-19 Sureste para poder operar.

Por otro lado, en el mercado de la Guayulera, en donde aún permanecen los módulos sanitizantes, la mayoría de las personas no porta el cubrebocas obligatorio como medida de prevención, sin importar que en el lugar se congregan personas de la tercera edad, niños y mujeres embarazadas. 

Meses atrás, las medidas sanitarias obligaban a un aforo reducido, con la toma de temperatura, y la distancia entre cada uno de los puestos, para salvaguardar la salud de los visitantes.