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"De la finitud", el regalo literario de Grass, un año después de su muerte
Hoy hace uno año que moría el nobel alemán Günter Grass, una fecha que coincide con varios homenajes y la publicación en español de su libro póstumo "La finitud", escrito en sus últimos años de vida a modo de diario, con ensayos, poesías y sus dibujos, y donde se enfrenta al vejez y a la muerte con ironía.
Publicado por Alfaguara y traducido por del académico Miguel Sáenz, "De la finitud" es la despedida, con ruido y sin reservas, del escritor alemán; un último grito sincero contra la hipocresía del mundo, los políticos o la falsedad y una reflexión sobre la decrepitud y la muerte, escrito con ese humor ácido y negro que caracteriza al autor de "El tambor de hojalata".
Günter Grass, que falleció el 13 de abril de 2015 en Lübeck (Alemania), dedicó los último años de su vida a escribir y a otra de sus primeras pasiones, dibujar.
Tenía una sólida formación como escultor y dibujante; por eso su último libro está cuajado de sus dibujos a lápiz, con la reproducción de plumas, hojas, raíces, tubérculos, pájaros o caracolas. Imágenes de la naturaleza y de su pipa o manos y que incluye un autorretrato.
"Adiós a la carne", "Cuando perdí el olfato y el gusto", "Miedo de la pérdida","El final" o "Mama", éste dedicado a la canciller alemana, Ángela Merkel, son algunos de los títulos de los poemas y textos del libro, donde también recuerda a amigos y que abre con un seca y tajante proclama: "Ser proscrito".
En este texto, el autor de "Pelando la cebolla" habla de la decadencia y dice: "Cuando el corazón, los pulmones y los riñones obligaron una y otra vez al fumador de pipa a ir al taller de reparaciones, dónde él, como lamentablemente Yo, con un goteo puesto, tenía que tragar un montoncito creciente de pastillas de, colores, oblongas y redondas, susurraban las leyendas de sus efectos secundarios...".
Una mirada sobre sí mismo y sobre el mundo actual, tiznada con algo de melancolía y nostalgia pero nunca sentimental, que va de la euforia a la toma de conciencia clara de la finitud del tiempo: "Saltar de la cama y con lápiz afilado aclarar la nada oscilante; esa es la ventaja de la vejez, dormir es un derroche de tiempo", escribe en un poema titulado, "Tras un tormento infinito".
Gunter Grass, Premio Príncipe de Asturias, analiza situaciones actuales y clama contra la injusticia y dedica, por ejemplo uno de sus poemas a la "Xenofobia": " Cuando millones de expulsados /con escaso equipaje/y pesados recuerdos /tuvieron que alojarse a la fuerza /en el resto de la patria...".
El libro póstumo de Grass, concebido por el autor como su despedida y cargado de otoños y hojas de calendario caídas, se publicó hace unos meses en Alemania con enorme éxito de lectores y crítica. Incluso fue calificado por algunos como "el mejor libro de Grass en años" o como "Una despedida llena de humor. El libro como obra de arte".
Una obra emocionante que se publica en español coincidiendo con el primer aniversario de al muerte del escritor. Todo un tributo al escritor alemán que declaraba: "El dolor es la principal causa que me hace trabajar y escribir" y que se completará con el homenaje que recibirá en el Goethe-Institut de Madrid, el próximo día 18.
En este acto, donde también se presentará "De la finitud", estará presente el traductor de la obra, Miguel Sáenz, en un programa que concluirá con la lectura de fragmentos de volumen por parte del actor y académico José Luis Gómez.