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De entre las cadenas y huesos, policía capitalina salva a niño torturado
Antony tiene 5 años, presenta desnutrición, decenas de cicatrices y quemaduras de cigarrillo. Su padre lo mantenía encadenado y con una soga de cinta canela en el cuello. Hoy, las autoridades buscan al responsable de todos los daños físicos y psicológicos.
Fue una denuncia vecinal los que alertaron a las autoridades de la delegación Gustavo A Madero y ellos a su vez avisaron a la Procuraduría General de Justicia capitalina para lograr su rescate.
Cuando el pequeño dormía al lado de sus tíos, la policía ingresó a la vivienda ubicada en la colonia Gabriel Hernández para liberarlo del encierro al que su propio padre lo había condenado.
Antony vivía con su padre, pero desde hace varios días el hombre pidió a los tíos de su hijo que lo cuidaran y no volvió.
Juan Carlos Loaeza y Olivia Castro fueron detenidos y puestos a disposición del ministerio público de la Fiscalía de Niños, Niñas y Adolescentes donde se inició una carpeta de investigación por violencia intrafamiliar y omisión de cuidados.
En sus primeras declaraciones reiteraron que son ajenos al maltrato y a la falta de cuidado del menor de edad, ya que era su padre quien lo agredía con diferentes objetos, además de que no le daba de comer.
Sobre la madre de Antony, la pareja advirtió que desconocía su paradero, por lo que también la Policía de Investigación comenzó las labores de inteligencia en diversas instancias locales y federales para ubicarla.
La violencia familiar y la omisión de cuidados es evidente ante las múltiples cicatrices que el niño tiene en todo el cuerpo, incluso quemaduras de cigarrillo.
El menor permanecía la mayor parte del tiempo desnudo y encadenado de los pies, además de una soga en el cuello.
Los tíos del niño quedaron a disposición de las autoridades y en las próximas horas definirán su situación jurídica al ordenar su libertad o presentarlos ante un juez de control para que los vincule a proceso penal.
El niño fue canalizado al Centro de Estancia Transitoria de la Procuraduría capitalina, donde es sometido a exámenes médicos y psicológicos para que los especialistas determinen los daños que tiene por el maltrato.