Conté tres huevos de cristal. Reposan en un lago. Todos los días paso por allí rumbo al trabajo. De ser huevos del tamaño de un balón, han llegado a ser más grandes que los viejos árboles alrededor del lago. Veo que crecen de forma normal y pronto migrarán a otro lago, cuando éste les sea insuficiente para flotar.

Dentro de cada uno, hay un universo. Es posible ver que en uno de ellos, el más transparente, cómo se reproducen las flores. Son ellas las que estimulan su crecimiento, cada vez hay más caminando sobre calles de espirales y cocinando sus propios pétalos con miel.

Otro de los huevos, es del color que generalmente se encuentra cuando hay tres en un lago: rojo sólido. Se sabrá lo que se gesta cuando se mude al tercer lago, donde generalmente revienta para dejar salir un circo completo o pasteles flotantes que luego cazamos con redes. 

El tercer huevo es de un hermoso celeste translúcido; es el que fotografío para dibujar en casa. Aquí se gesta una ballena de plata y que llegue a su nacimiento es escaso. Deseo estar presente, si lo logra, cuando esté en el tercer lago; me seduce ver cómo estas ballenas rompen el huevo, es un acontecimiento astronómico durante el día. Todos quedamos plenos de dicha con esos destellos; nadie duerme y sonreímos con los ojos abiertos hasta el día siguiente. Al nacer, la ballena iniciará su sueño profundo y flotará por la ciudad. Ojalá y elija dormir encima de casa, para escuchar su aliento al menos una noche.

Te digo, espero tener suerte y trabajar con el desierto lo que resta del año. ¿Habrá recibido mi carta? Quiero ayudarle a fundir arena para generar más huevos. Me gustaría ir con las grutas blancas y las abejas, para ayudar en su trabajo de dar a luz algunos huevos. Como el lugar entre los minerales y las nubes ya fue elegido, no tengo esperanza alguna de colaborar allí este año; sin embargo, ambos quedan cerca. Lo fácil será conversar con los guardianes, lo difícil, convencerlos para que me dejen entrar. 

¿Sabes? Anoche soñé que vivía en un mundo sin lagos con huevos de cristal. Solo así, en sueños, podría soportar vivir sin ellos.

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